Los experimentos sociales se saben cuando comienzan pero no se sabe cuándo y cómo terminan. Vivimos en un País extraño, enrarecido, donde todo lo que crees que es, no es y lo que no debería ser, es. Labios cocidos, jóvenes en huelga de hambre, tomas de palacios, paralizaciones, manifestaciones, ¿cuánto ruido necesita el sordo para escuchar? La vibración de la tierra a sus pies. Existe una especie de hambre de protesta donde no todos se atreven pero los que lo hacen creen en que pueden generar un cambio en el camino. No niego el poder de un solo ser cuando se empecina con el corazón y de forma auténtica en llegar a su meta, pero me preocupa la comodidad del resto. Siempre he sido crítico a todos los gobiernos que conozco, que dicho sea de paso, son pocos, porque con el actual vamos para 11 años. Pero pareciera que es inmaculado e infalible, condiciones ambas que no pertenecen a la raza humana. Nada se puede decir del magnánime presidente o su gobierno porque es mentira, infundado, manipulado, conspirado, aderezado, falso, mediático o imperializado. ¿No les da alguna sospecha esto? El simple hecho de ser humano nos hace imperfectos, falibles y capaces de errar. Ahora bien, ¿no les genera ni un poquito de prurito (picazón) lo que sucede en el País? Aunque sea en la intimidad de tu pensamiento puedes darte el permiso de dudar, si lo que vivimos es normal o es bizarro. Un País donde más del 80% está en huelga de hambre obligatoria porque no tienen qué comer, un País donde las fuerzas de seguridad están en paro (no hacen nada) y la inseguridad es la que reina. Un País donde el gobierno quiere gerenciar TODO: autopistas, hospitales, carreteras, policías, colegios, aeropuertos, puertos, electricidad, telefonía, televisión, radios, el pensamiento, el valor, el espíritu. Amén de aquello que se ha deteriorado en sus manos, es decir, TODO lo mencionado anteriormente. Disculpen si exagero pero yo me apego a los resultados. La gran pregunta: ¿qué hacer? La gran y única respuesta: lo que TÚ quieras! Total es un asunto de elección personal, por algo Dios nos otorgó el libre albedrío, aunque el magnánime crea que puede arrebatárnoslo. Y tan cristiano que se la da. Bueno, depende en que País estaría, que cultura representa y a cuál religión le habla. Este hijo de su Cristo, nieto de Mao, sobrino de Martí, adoptado de Alá, reencarnado de Bolívar, hermano de Sandino, cuñado de Zelaya, compadre de Ahmadineyad y quien sabe de quién más, nos está llevando por un sendero muy discutible, el cual espero UD., se dé el permiso de analizar, muy calladito (a) en su mente, en la intimidad de su pensamiento, ese lugar donde NADIE podrá llegar.... a menos que UD. lo permita!
