Lista de páginas

Fin de Año y sus creencias con mis reflexiones

Faltan horas pa' las doce, el año va a terminar me voy corriendo a mi casa a besar a mi mamá; año nuevo, vida nueva, y que sea de felicidad... Canciones, letras, poemas y sentimientos que definen el término de un año y el comienzo de otro. Tenemos miles de años salvaguardando la sagrada tradición de celebrar el año nuevo y despedir al viejo. En nuestra cultura se cultivan varias creencias que se llevan a cabo en esta noche especial. Llevar una prenda amarilla (íntima) como augurio de alegría y buenas vibraciones, creencia que tiene su origen en China, Korea y Vietnam; cruzar la calle con una maleta, creencia que no tiene otro origen que no sea occidental nuestro, basado en misticismo y superstición, buscando que en el año nuevo se viaje más (como si no tuvieramos que trabajar para lograrlo); comer 12 uvas y pedir por cada una un deseo, creencia que viene de España del año 1909 apróximadamente y que nada tiene que ver con religión o misticismo. De hecho, y hago un paréntesis, la creencia de las uvas viene de un problema económico. Los vinicultores de la época tuvieron un excedente importante de uvas ese año en sus cultivos, por lo que tuvieron que crear una tradición que les llevara a vender las uvas extras que obtuvieron. ¡Qué inteligentes! Ellos ganaron y nosotros seguimos gastando en uvas. Se dice que el número 12 está relacionado con las 12 campanadas o los 12 meses del año, donde se debe pedir un deseo por mes. Sin embargo comerlas, pensar el deseo, asignarlo a cada mes y tragarlas, todo al mismo tiempo, es otra historia. Estamos llenos de mitos y creencias que nos gusta cultivar y no lo niego, hasta son divertidas. Ahora, ¿cuándo crearemos tradiciones más proactivas que cultiven nuestra consciencia ciudadana, promuevan nuestros valores y principios? Imagínate hacer una lista de 12 cosas o más, que harás para proteger el ambiente en el 2009. O tal vez donar todas las prendas amarillas a una casa hogar; que tal comenzar el año reciclando o separando al menos la basura para tal fín, o sembrar un árbol cada diciembre, ahorrar agua en casa cerrando el grifo al cepillarnos, colocar una botella de refresco de 2 litros llena de arena en el tanque del W.C. o poceta para ahorrar 2 litros de agua por tanque, es decir, son tantas las cosas que podemos hacer por nuestra vida, nuestro planeta o nuestra comunidad. Este momento de cierre de ciclos, de fin de año, es el momento perfecto para dejar atrás el pasado, es el momento para dejar atrás todas las tradiciones que no te gusten y comenzar unas nuevas, propias; renovarte, reinventarte, rejuvenecer el espíritu y creer que es posible comenzar de nuevo. Esta noche es el momento cumbre donde puedes cerrarle la puerta a la tristeza y abrir una nueva a la felicidad. Es el día donde podemos hacer contratos de cambio con nosotros mismos y nuestro entorno y comenzar un nuevo ciclo de vida, una nueva forma de existir, frescos, renovados y auténticos. Debemos agradecer a Julio César por crear el 1ero de enero, quien en su época fue ofrecido al Dios Jano, por lo que crean 2 meses nuevos, enero y febrero (el calendario romano era de Marzo a Diciembre, comenzando el nuevo año con la primavera y el renacer de la naturaleza). Al menos nosotros podemos ofrecer el 1er día del año a la resaca y una vez recuperados, al nuevo ciclo que apenas comienza. Disfruta de la manera que quieras, sepas o ames esta noche de despedidas y encuentros. Pero por sobretodas las cosas, agradezcamos a Dios en familia por habernos dado el año que termina y todas sus experiencias que nos han hecho crecer y por darnos un nuevo año para seguir creciendo y hacerlo mejor. A todos los que conozco y a los que no, ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO 2009!!!

El pulso del planeta

Siento pasar el susurro de la brisa cercano a mis sentidos y me cuentan de un mañana diferente. Hablo con las hojas del olvido y me cuentan de un presente indiferente. El suelo cobra vida y me invade por los pies penetrando por mis dedos con su furia y su tristeza, dejando que mi sangre corra por los ríos del silencio de un mundo sin fronteras, limitado por el pensamiento absolutista del rencor. ¿Cuánto más nos queda? El aire enrarecido me pide que lo filtre a través de mis caricias y la mar, oh!, la mar, tan profunda y apenada por guardar los secretos del azul antiguo, sin poder decir lo que nos toca hacer. Sentado en una roca que en otrora fuera parte del planeta, la luna llora con lágrimas de perla blanca, mientras un lucero la arruya junto a las nubes del olimpo y le cantan una canción desesperada. Estoy al borde del abismo al sentir el pobre y lento latido de un planeta moribundo, pero más me deja inerme, solo, oscuro y triste, el inmenso vacío que el ruido de la urbe me produce, al ver la inconsciencia manifiesta de mi especie. ¿Cómo salvar al planeta del hombre si el hombre no se salva así mismo en el planeta?
Con el pasar de los soles y las lunas, mi corazón, invadido por las raíces de la madre tierra, casi al unísono con el temblor de su pulso, siento como sus ríos de lava se entremezclan con mi sangre y de nuevo gritan sus esferas más profundas un sin fín de oraciones al espíritu de Gaia, en busca de la sanación conjunta entre el eslabón perdido y el último volcán en extinción. No sé como salir de este sueño que me adentra en las entrañas de la tierra, para sentir su sufrimiento, sus deseos y agonía. Un humano, dos humanos, tres humanos reciclan emociones y beben del elixir de un futuro mejor. Mil humanos, millones de almas que transitan sobre el planeta destruyen con su amargura el latir del corazón. El pulso del planeta está a punto de un colpaso. Su infarto es inminente, su asfixia es nuestra asfixia y aún así, continuamos la danza irreductible que marca el camino hacia la autodestrucción. La especie dominante del planeta ha perdido. Nuestro único hogar está a punto de extinción y sin embargo, vivimos como si jamás conoceremos la muerte. Nos toca aprender a morir para vivir con sentido de trascendencia. Nos toca aprender a vivir para morir con dignidad. Este es el debate en el que mi alma se encuentra, mietras la tierra lucha, lucha, sin poder volver atrás.
Siento la brisa que acaricia mis sentidos, el susurro de las hojas y el saludo de la mar. Siento la esperanza perdida en la sonrisa de un niño, en el sol y su cantar. Quiero creer en un mundo sano, alegre, sobre el cual caminan humanos de verdad. Mi sangre fluye al compás de las estrellas. Convertirme en humanoide: ¡JAMÁS!

Navidad Hoy

Es tiempo de reflexión,
de dar y recibir amor,
de sentarnos en la mesa
y compartir una canción.

No todo ha sido tan malo
si hoy no tienes dolor,
de lo que sea pasado
el futuro será mejor.

El niño Dios nos saluda,
celébralo con amor,
entrégale a él tus penas
y verás que estarás mejor.

Es tiempo de compartir
de estar, vivir, sonreir,
no dejes que el mal se acerque
en silencio sin sentir.

Permite que el cielo cante
aguinaldos de igualdad,
en una tierra preciosa
llena de almas sin igual.

Que la estrella nos ilumine
el camino hacia el perdón
y que la vida nos brinde
oportunidad de unión.

Es tiempo de renacer
junto con Cristo el Señor.
Celebremos todos juntos
la magia del salvador.

Vivamos en esta noche
la verdadera misión
del que viene a redimirnos
con su sangre y su perdón.

Es tiempo de reflexiones
de dar y pedir amor,
aprovecha en esta noche
de disfrutar sin reloj,
y entrégate sin medidas
a la magia del amor
que en navidad se disfruta,
aunque sea solo hoy.

Feliz Navidad

Es tiempo de reflexión. Navidad nos recuerda lo hermoso que es compartir en familia, hacerle un regalo a alguien o disfrutar de las luces del arbolito o el nacimiento. Somos una mezcla hermosa de culturas, de razas, de orígenes y pensamientos diversos. Es que la diversidad hace a la vida más divertida. Es tiempo de reconexión con las emociones olvidadas, de sentir amor, compasión, melancolía. Tiempo de recordar a los que no están y escribir correos o mensajes a los que están lejos pero siguen presentes en nuestros corazones. La internet cambió la forma de percibir la distancia en el mundo. El amor cambión la forma de percibir al humano en el mundo. Es momento de perdonar o pedir perdón. Es tiempo de renacer junto al niño Dios, con la esperanza de que podemos volver a comenzar todo de nuevo. No importa cuántas veces has caído este año, cuántas recaídas tuviste en tu adicción, cuántas peleas tuviste con tus seres amados, cuántas veces te alejaste o encerraste, dejando afuera de tu círculo tus fuentes de afecto. No importa qué pasado tuviste, cuánto dolor pasaste. Hoy, como adulto o adulta, puedes comenzar de nuevo. Puedes sanar viejas heridas dedicándote un rato para tí. Puedes regalarte algo frente al espejo. Puedes compartir con tu niño o niña interior, dándole el permiso de jugar con tus hijos o sobrinos, echarte al piso y olvidarte que eres un adulto o adulta. Puedes prestarle atención a los antojos de ese o esa niño o niña interior que te pide un helado grande, un juguete sencillo o un gorro de santa para ponértelo esta noche. Es el momento perfecto para perderle el miedo al ridículo y tomarter las fotos más alocadas para luego publicarlas en el Facebook. Es la noche perfecta para mostrarte tal como eres al mundo. Para que te dejes amar, cargar, acariciar, besar o consentir. Dale vacaciones al gruñón en estas vacaciones navideñas. Deja que el rabiólico se quede dormido como el acohólico y asume el control de tu vida a través del amor. Pídele al niño Jesús todo lo que quieras: ¡Sin límites! y dedícate en el 2009 a conseguir una a una las cosas que pediste. Olvídate del dolor del duelo por un momento y agradece que todo lo que te ha pasado ha sido por una razón y hoy vives, hoy puedes cenar en familia, hoy puedes sonreir y hoy puedes volver a comenzar. Es tiempo de agradecer. Es tiempo de crecer. De seguir adelante y dejar que el pasado haga lo suyo: ¡quedarse atrás! Quiero desearte una muy feliz navidad, en compañía de tí mismo o tí misma y como bono extra, los demás que te rodean en esta noche buena. Por un momento, en silencio, a la medianoche, mira al cielo, sonríe y dí: ¡Gracias! Ése será tu mejor regalo. Con amor, con esperanzas, con mis mejores deseos: ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Vivir en el Pasado

"No puedo olvidar el daño que me hizo". "No dejo de pensar en la forma que me trató". "¿Cómo puedo olvidarle después de haberme maltratado tanto?" "Cuando la ví me provocó pasarle el carro por encima". "Mi papá me hirió demasiado, no creo poder perdonarle". "Siempre estaré marcada por esa horrible experiencia". "Sé que esa relación me hace mucho mal pero lo extraño tanto, es el único que me miraba y me hacía sentir amada, aunque a veces me golpeara, claro, yo sé que le sacaba la piedra". "¿Cómo puede mi jefe maltratarme así si soy la única que le resuelve sus desastres?". "¿Por qué mi mamá no me quiso?".
Estos son algunos de los comentarios que me hacen mis pacientes en la consulta. Vivimos en el pasado. Muchos de nosotros invierte una energía y tiempo valiosos al dedicarse a vivir en el pasado. Cuando hacemos esto no podemos hacer contacto con lo que nos pasa en el presente, por ello vivimos día a día situaciones difíciles que no podemos ver o no hacemos conscientes, por el hecho de que nuestra mente está concentrada en el ayer.
El pasado tiene una particular realidad: sólo sirve para aprender y se almacena en un área de nuestro cerebro no mayor que nuestro dedo pulgar. Sí. Observa tu pulgar y su tamaño. En un espacio así, en tu cerebro, almacenas todas tus vivencias, experiencias, recuerdos y momentos del pasado. Cada quien lo hace más pesado o más liviano de acuerdo a lo que haga con su pasado. Puedes llevar a cuestas una bolsa negra llena de lo que has vivido y hacerla más pesada cuando le das vida en el presente. A medida que mantengas presente todo tu pasado, en esa medida le das fuerza y peso a los malos recuerdos. El pasado no puede volver a ser. El pasado queda atrás cada segundo de nuestra vida. Estas líneas que acabo de escribir en la forma en que las redacté, no me volverán a salir igual a medida que escribo porque ya pertenecen al pasado de este artículo. Todo lo vamos dejando atrás como una forma majestuosa que tiene la vida de enseñarnos a soltar para poder vivir de forma fresca el presente. No existe máquina del tiempo que te pueda llevar a atrás para cambiar lo vivido, retirar lo dicho o reaccionar diferente a una situación determinada. Lo hermoso de la vida es la espontaneidad con la que sucede. Deja fluir tu vida en el presente. Por algo se llama así, porque es un regalo y es el único momento real que tenemos para vivir. Si vives en el pasado convertirás tu vida en una sombra o nube gris que te persigue, te atormenta y no te dejará conectarte con tu aquí y tu ahora. El futuro es incierto, nadie sabe lo que pasará mañana. La ansiedad es el resultado de vivir pensando en el futuro. Ninguno de los dos lugares (pasado o futuro) son sanos para vivir.
Cuando piensas en tu pasado ¿qué piensas? ¿Cuáles son los recuerdos que vienen a tu mente en este momento? Hagamos un ejercicio. Piensa en algún recuerdo triste, terrible, algún evento de tu pasado que te haya marcado o afectado. Ahora, lo más importante es que hagas consciencia de los cambios que se dan en tu cuerpo. ¿Se te llenan de agua los ojos, se acelera la respiración, el corazón, sientes una presión en el pecho o aparece un ligero dolor de cabeza? chequea lo que sucede en tu cuerpo para que hagas consciente el daño que le haces cada vez que vives en el pasado. Cuando pretendes recordar lo malo de tu vida, como una forma de autocastigarte, tal vez, haces que tu cuerpo pase por una serie de eventos químicos que le modifican y restan salud. Liberas sustancias que te envejecen rápidamente y algunos órganos se resienten. La gastritis, la hipertensión, el hígado graso, los dolores articulares o las migrañas que puedas sufrir son producto de lo que haces con tu pensamiento, en la mayoría de los casos. Ahora, hagamos otro ejercicio. Piensa en algún recuerdo alegre, algo maravilloso que te haya sucedido. Recuerda estar consciente de los cambios en tu cuerpo. ¿Mejoró la respiración, sentiste que tu cara se relaja o esboza una ligera sonrisa? o mejor aún ¿una carcajada? Chequea lo que sucede en tu cuerpo y haz la conexión con la sensación saludable que te recorre. Ahora sabes cómo darle salud a tu cuerpo de forma instantánea: recordando y enfocándote en los momentos felices de tu vida. Si no podemos, físicamente, volver atrás, ¿para qué hacerlo en nuestra memoria?
El mejor lugar para vivir es el presente. Ahora te cuento un secreto. Si al recordar los momentos dolorosos de tu vida, aún tu cuerpo se altera y responde fisiológicamente, entonces significa que ese evento o esos eventos no han sido sanados. Perdonar, en un concepto muy simple, es recordar sin dolor. Si te haces consciente de todo lo que te afecta y no has sabido soltar, es tiempo de ir a consulta con un experto en salud mental. Eso sólo te hará más fuerte y feliz.
Vivir en el pasado es la forma más inútil de vivir. No puedes seguir culpándote o castigándote por lo que sea que hayas hecho mal. Necesitas aprender a perdonarte y soltar, para seguir adelante. En el fondo, yo sé, que tú eres un ser maravilloso. Sólo falta que tú mismo o tú misma lo descubras y te lo creas.

La Bioética Hoy.

El término Bioética fue utilizado por primera vez por el bioquímico Van Rensselaer Potter, profesor emérito de oncología en la Universidad de Wisconsin (USA), en el prefacio de su libro (publicado a inicios de 1971), Bioethics: “Bridge to the future.”
La Bioética pretende así “tender un puente”, como bien lo dice el Dr. Potter, al unir el vocablo: Bios para representar el conocimiento biológico con ética para representar los valores humanos.
Varios de los temas que hoy día busca afrontar la bioética son: la energía atómica, la fertilización in vitro, alta tecnología médica en las Salas de Cuidados Intensivos, el genoma humano, la clonación, entre otros. Por esto y mucho más surge la necesidad, inevitable, de analizar en su justa y real dimensión, los beneficios de la aplicación de tal tecnología, la necesidad de “humanizar” el desarrollo tecnológico. Como bien lo expresa el Dr. Diego Gracia en el prólogo de su libro Fundamentos de Bioética:
“La ciencia es hoy, a la vez la gran amenaza y la gran esperanza de la vida humana”.
La Bioética no busca definir nuevos términos ni crear nuevos conceptos. La Bioética busca establecer un método de estudio eficiente y práctico que permita detectar y analizar cada una de estas situaciones con la finalidad de llegar a conclusiones que se adapten al momento y las circunstancias históricas, siempre teniendo como meta el respeto a la dignidad de la vida.
Como características básicas, la Bioética, es aconfesional al no identificarse con ningún credo en particular y por el contrario está a la discusión de las diferentes corrientes del pensamiento. Es multidisciplinaria, dado que la complejidad de los temas que trata requiere del concurso de diferentes profesionales.
Si bien es cierto que la bioética desde sus inicios ha estado enfocada al estudio integral de todos los aspectos que afectan la vida humana, en la práctica, su mayor desarrollo ha ocurrido en el campo de la biomedicina. El médico de hoy se ve rodeado de importantes dilemas para los cuales no está preparado. En su formación tradicional, el médico en líneas generales, se limitó a la asistencia del enfermo y a la investigación. El médico dentro de su concepción tradicional y una férrea concepción de preservar la vida indudablemente se confunde. El desarrollo tecnológico de nuestra época poco a poco comienza a darle al médico un poder casi ilimitado. El problema sin embargo no queda ahí. En nuestra época, el paciente no acepta someterse a procedimientos terapéuticos o diagnósticos sin su consentimiento. El médico debe explicarle claramente que pretende hacer y aceptar la decisión final del paciente. Esto genera un nuevo conflicto.
Más recientemente surge además un reto que hasta el presente ha sido insalvable, el alto costo de la medicina moderna. Como bien lo deja ver en su texto el Dr. Diego Gracia, el médico de hoy asiste a la conjunción de tres grandes tradiciones, que por primera vez chocan generando importantes problemas: la tradición médica hipocrática paternalista, la tradición jurídica y la tradición política. Es aquí donde aparece la Bioética, haciendo un llamado a la reflexión y ofreciendo una metodología de estudio. No ofreciendo soluciones infalibles, tan solo ofreciendo un método que permita considerar la mayoría de las posibilidades dentro de un contexto histórico y humano que nos permita buscar soluciones que se aproximen lo más posible al objetivo más elevado, el respeto a la vida.

En Bioética, se ha descrito diferentes métodos de trabajo. El más utilizado en la práctica es el método Principialista basado en cuatro principios propuestos por Tom Beauchamp y James Childress en su libro: Principles of Biomedical Ethics, publicado en 1979. Estos autores proponen 4 principios para el análisis de los problemas éticos en el campo de la biomedicina: Beneficencia, No maleficencia, Autonomía y Justicia.
La beneficencia considerada como la obligación de hacer el bien, la No maleficencia establece la obligación de no hacer el mal, la Autonomía establece el respeto a la libertad del paciente y finalmente la Justicia establece la búsqueda de políticas sanitarias justas que garanticen una adecuada atención médica a la mayoría.
Dada la complejidad de los problemas que la Bioética debe afrontar, es necesario que las personas que se dediquen a esta disciplina tengan una sólida formación académica. Se requiere un profundo conocimiento de la historia, de la filosofía y de la ética que permita al Bioeticista tener los elementos requeridos para analizar las diferentes situaciones que se le plantean. Problemas tan complejos no deben ser analizados, como tristemente pasa, en base a la experiencia personal o mediante la aplicación de códigos o dogmas pre establecidos. Se requiere de una visión muy amplia y una formación muy sólida.
Este es, tal vez, uno de los problemas más importantes que la Bioética debe afrontar a corto plazo. Hay la tendencia a la improvisación, a pensar que con nuestra opinión y una mínima formación obtenida de la lectura de algunos libros de la materia, en forma autodidacta, podemos enfrentar el análisis de tan graves problemas. No existe, especialmente en Latinoamérica una estructura docente sólida. Es necesario crear los mecanismos para formar un cuerpo de expertos, una masa crítica de docentes que permita multiplicar, a corto plazo, los conocimientos de la materia, a través de una programación académica adecuada.
No se puede entender la relación médico – paciente de hoy, en su conflicto entre el paternalismo tradicional y la autonomía actual, sin conocer a fondo las raíces históricas de la medicina hipocrática y el desarrollo de los movimientos liberales.
No se puede entender los conceptos de justicia y equidad en la concepción de un sistema justo de salud, si no se conoce la evolución histórica y las implicaciones éticas que estos conceptos han tenido desde la Grecia antigua hasta las propuestas de John Rowls.
No hay dudas que la Bioética constituye un gran reto, cuyo éxito, debe sentar las bases para que las próximas generaciones cuenten con las herramientas necesarias para poder resolver los problemas éticos que plantea el vertiginoso desarrollo tecnológico. Es uno de los grandes retos de nuestra era.

Fuente: EMPAIRE, G. DR. GEN. Revista de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología. Vol. 51. No. 1. Enero – Marzo. 1997. pp 42. ¿Qué es Bioética? Caracas – Vzla.

Principios sin fin...(Mi pensar en Cruz Roja)

En una mañana de Marzo nos preparamos para realizar un Operativo de Salud Comunitaria, atención médica gratuita y despistaje de patologías identificadas en la región como epidémicas. La comunidad era rural y los organizadores eran del partido de Gobierno. Una semana más tarde salíamos a otra comunidad vulnerable donde nos esperaban los organizadores pertenecientes al partido de oposición. Las reuniones previas a dichos operativos se daban bajo un ambiente claro y único: “les prestaremos ayuda a la comunidad si no existe ningún tipo de propaganda política o prensa presentes, y si así fuere, será otro día cuando estaremos con ellos sin la presencia de ustedes”.
Día a día nos llegan correspondencias de todo tipo de organismos, partidos políticos, comunidades, etc. solicitando diversas acciones inherentes al Socorro. Es claro que se debe tener firmeza con mucho amor para no caer en la tentación inconsciente de apoyar de manera solapada a algún grupo que pueda utilizar nuestras acciones humanitarias como bandera para su publicación y reivindicación social. Como decimos los venezolanos, “ganado indulgencia con escapulario ajeno”.
Ser Imparciales, Neutros e Independientes no es tarea fácil en un País como el nuestro, sin embargo, si se tiene bien introyectado el sentido humano de nuestras acciones como Principio esencial del Movimiento y se ha estudiado bien la forma en la cual estamos organizados, la tarea se hace más fácil e incluso divertida.
No es sencillo estar conectados a nuestra fibra humana todos los días con la cotidianidad que vivimos actualmente en nuestras vidas, pero si prestamos atención a la forma en que actuamos, podemos hacer consciente el sentido de ser humanitario y después dejarlo fluir libremente, convirtiéndose en una filosofía, una forma de vida.
Sensibilizar a los voluntarios y socorristas de nuestra Institución no es fácil, en un mundo frívolo, lleno de conceptos invertidos y donde la moralidad, lo familiar, lo ético, se pierde día a día en un basurero lleno de fetos muertos y jeringas vacías con rastros de miseria. Ser parte de la degradación de la condición humana no hace la tarea de enseñar humanidad más fácil en las filas del Socorro. Pero tenemos un aliado, la experiencia de aquellos que nos rodean y nos dan su mano para mostrarnos un mundo tan cruel como hermoso a la vez. Tal vez se preguntarán cómo es posible esta dualidad pero la respuesta la podemos obtener si tenemos alguna vez la oportunidad de ver el cambio que sufre una oruga para convertirse en una hermosa mariposa.
En el mundo necesitamos caos para necesitar el orden y buscamos el orden para generar el caos. Es una dualidad tan antigua como el viajo camino del ensayo y el error. La humanidad no puede avanzar si no genera cambios tanto negativos como positivos. El proceso del desarrollo del ser humano pasa por la bipolaridad que todos conocemos y de alguna forma el hacernos concientes de nuestras acciones nos lleva a limpiar nuestro sistema interno, a veces con reflexión y meditación, otras veces con llanto y reseteo del sistema.
Ser voluntario del Movimiento más grande del mundo debe ser motivo de orgullo por partida doble. Sí, primero porque aportamos un grano de arena para hacer un mundo mejor y segundo, porque lo que hacemos lo hacemos por motus propio, sin obligaciones ni esperanzas de reconocimiento, enalteciendo el significado de la palabra “servir”, elevando la acción humanitaria a un nivel totalmente nuevo y elevado. Elegimos estar bajo el sol con uniforme, cargando niños de un lado a otro, haciendo muecas y dando lo mejor de nosotros para hacerlos reír, en vez de estar bajo el mismo sol, en la playa, rodeado de un mundo cómodo, reconocido por todos y descansando del ruidoso bosque de concreto, la ciudad.
Pero no es suficiente ser humanos, imparciales, neutros, independientes y hacer todo esto por voluntad propia si no tenemos una familia en expansión que nos lleve a crear un sentimiento de pertenencia, unidad y universalidad.
El ser parte de algo más grande que nosotros mismos y creer en que podemos hacer la diferencia al darnos la mano entre todos más rápido que si lo intentáramos solos es aceptar que somos parte de una red de ayuda humanitaria que se regocija al saber que existes y te trata como uno más de la familia, estés donde estés.
El día que llegué a la Cruz Roja Mexicana en el D.F. a conocer sus instalaciones y su gente, ese mismo día fui invitado a la fiesta de fin de año que darían esa navidad y justo antes de irme, unas horas más tarde fui incluido en un trabajo de evacuación de la comunidad que vive al pie del Popocatepel por estar en alerta amarilla la actividad del Volcán. Me sentía parte de su equipo humano, me sentía parte de esa Institución y fue cuando me di cuenta que no era “ese” equipo o “esa” Institución, era parte de “un” Movimiento que se dibujaba más allá de las fronteras de mi País y de mi mente humana.
Al entender este sentimiento de pertenencia y cómo se expandía por todo el mundo fue que pude incorporar a mi sistema de pensamiento la importancia de ser universales, de ayudarnos mutuamente, de compartir nuestras experiencias para fortalecer las del otro, de identificarnos con un símbolo en cualquier lugar del planeta y comprender que nunca más nos sentiremos solos, porque sencillamente “no lo estamos”.
La envidia, los celos, el hermetismo en el campo del conocimiento, el no compartir nuestras experiencias y procurar que nadie se beneficie más que uno solo, han ido calando en nuestra Sociedad Nacional como un Cáncer, haciendo metástasis en las más altas posiciones. Pero todo esto es parte de nuestra condición humana. No podemos negar nuestras debilidades y errores. Aún estamos aprendiendo y despertando al significado de nuestros Principios, pero todavía nos falta convertirlos en nuestra filosofía de vida. En la norma, el norte, el camino.

Un símbolo, una vida, una guerra. (2003)

Sentado en la seguridad de mi hogar, en una tarde tranquila, observo con atención y escucho el comienzo de una guerra. Bagdad está siendo bombardeada por la alianza americana, australiana e inglesa. Sólo puedo observar flashes de luz en el oscuro horizonte de la noche de una silueta que dibuja el grito silencioso de una agonía que comienza para unos y la victoria ruidosa como un cañón que celebran otros. Ser parte de la generación que presenció el comienzo de esta guerra me hace pensar mucho en la historia. Era un adolescente cuando escuchaba hablar a mis padres sobre la guerra del Golfo Pérsico y hoy como adulto me intereso cada vez más en las consecuencias que toda acción bélica deja tras su paso. Si bien es cierto que las grandes naciones del mundo han surgido de las caídas y creaciones de imperios, de batallas y guerras, de luchas sin fin por demostrar su poder y hacer crecer su territorio, también es cierto que el precio que han pagado por ello ha sido caro pero nadie lo comenta. Una vez conversaba con un hombre de pelo blanco, fornido, alto, con la expresión de su rostro endurecida por los años y una mirada buscando la ternura de una vida actual alejada de sus tormentas. En su antebrazo derecho unos números mal tatuados envejecidos con el tiempo. Era un sobreviviente de los campos de concentración de Auswitch. Sus escasas palabras sobre su experiencia vivida en el conocido holocausto hacían referencia a lo joven que era y cómo logró escapar arrastrado sobre la tierra por encima de la cual se erigía una reja de púas y muchos alambres rotos que desgarraban su piel mientras pasaba al otro lado. Sus vivencias durante su estadía en el campo jamás se le oía contar. Su esposa me comentaba que muy poco hablaba de su vida pasada. Hoy es un Judío – Venezolano, exitoso empresario, con una familia que llena sus vacíos recuerdos. Comento todo lo anterior porque cuando de guerra se trata, es y será muy difícil poder imaginar con vívidas imágenes lo que sería tener la experiencia de estar bajo fuego o corriendo en la oscuridad mientras el sonido de metralla retumba en nuestros corazones, temblando sin saber en cual segundo lo oscuro se hará negro y lo negro se hará silencio y el silencio se hará inconsciencia. Henry Dunant tuvo la oportunidad de vivir la experiencia de la consecuencia de la guerra, tan impactante como la guerra misma pero con más angustia al presenciar una muerte tras otra sin poder hacer más allá que el colocar compresas en las heridas, limpiar llagas y decirles adiós. Sin embargo, alguien, en algún momento, tenía que hacer algo al respecto. Le tocó a Dunant. No podía haber sido otro. El hecho de poder describir sus vivencias y proponer la creación de organizaciones de socorro y ayuda humanitaria a nivel mundial sin esperar nada a cambio nos habla de la visión de futuro, humana y clara que tenía un hombre que, en el sufrimiento, encontró la fórmula de salvar más vidas y reconciliar el derecho con la guerra, tarea que se creía casi imposible o muy difícil. El mundo necesitaba tanto organizar sus ideas de cómo mejorar la suerte de los soldados en batalla y aliviar el sufrimiento de los heridos que el crecimiento de la Cruz Roja desde 1858 hasta hoy ha sido tan acelerado como el aumento de sus voluntarios. Comenzando la primera conferencia con 16 gobiernos europeos, la voz se fue corriendo y ningún gobierno que tuviera interés en sus propios soldados defensores de su soberanía y su bandera, querría quedar por fuera en la firma de los Convenios de Ginebra. La necesidad se hizo moda, la moda se hizo principio y hoy por hoy la Cruz Roja es una forma de vida para aquellos que estamos comprometidos a seguir dejando en el mundo una huella con firma propia, con identidad y pertenencia, no será nuestro nombre, ni nuestro rostro, será la firma de un hombre que cambió la historia del mundo, Henry Dunant.
Hoy sentado en la seguridad de mí hogar veo a través de la ventana cómo el atardecer me recuerda que viene un nuevo día, una nueva oportunidad de hacer la diferencia. Cuelgo mi uniforme y preparo el maletín y entre tantos papeles se deja entrever un símbolo, una forma, una norma. Con orgullo me preparo para portar una Cruz Roja y entender por qué día a día somos parte de algo más grande que nosotros mismos. Tal vez, en algún lugar del mundo, en algún momento de nuestra vida futura, ese símbolo nos salve la vida y alguien con voz serena y clara nos diga que “todo estará bien”.

Dr. Luis Ernesto Núñez Núñez. Ejemplo de Vida.

Hoy al cumplir un mes de tu partida escribimos estas líneas para expresar con ellas tu inmensa fortaleza y ejemplo de vida al mundo. Hace 36 años egresaba de la ilustre Universidad de Carabobo (8va Promoción de Médicos Cirujanos “Dr. Luis Enrique Torres Agudo”) un destacado estudiante de medicina, cuya vida sería ejemplo para muchos. En 1971, el Dr. Luís Ernesto Núñez Núñez recibe el título que lo llevaría a entregarse en cuerpo y alma a la medicina y a consagrar su vida con tanta mística a ésta ingrata pero humanitaria carrera. Su pasantía de médico rural la realizó en Mariara, donde rápidamente se hizo notar como un ser con cualidades extraordinarias de sensibilidad humana y exquisita ciencia. Allí recibió desde naranjas hasta gallinas como agradecimiento de sus pacientes; abrió una cuenta a su nombre en una farmacia cercana al ambulatorio, donde al finalizar la jornada cancelaba de su dinero las medicinas que indicaba a sus pacientes. Su amor por su carrera creció en la medida del amor que recibía de todos aquellos que pasaron por sus manos. Realizó diversos trabajos de investigación en el Centro Médico Integral de la Universidad de Carabobo, entre ellos un trabajo sobre mortalidad infantil realizado en el municipio Guacara, uno de sus primeros contactos con su próxima especialidad: la pediatría. El doctor Núñez realizó estudios de postgrado en México, donde fue calificado como uno de los más adelantados estudiantes del postgrado. Su especialidad en “Pediatría sobre nutrición, crecimiento y desarrollo del niño” despertó en él la necesidad de rescatar a tan vital parte de la población. Su incansable labor médica lo dio a conocer en la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura, así como en la Sociedad de Neumonología pediátrica. Participó en el segundo “Simposium Hispano-americano de Toxicología”. Al mismo tiempo realizó el curso Medio de salud pública en su alma mater, curso que le daría la oportunidad de ingresar al área de salud pública donde mucho había que hacer. Tuvo una inmensa labor pública frente al Instituto Nacional de Nutrición (INN) donde dejó una huella inolvidable por su humildad y profesionalismo. Actualmente aún lo recuerdan y mencionan como el mejor y más humano director que el Instituto haya tenido. Allí, en el INN, estableció programas de sustitución alimentaria, programas nutricionales de beneficio popular, plan familiar alimenticio, entre otros. En aquella época, con el Dr. Núñez frente al INN, en los años 80´s, se atendieron más de 4.000 niños diarios en el comedor popular. Se logró atender a más de 2.000 familias de bajos ingresos con el programa PROALIFAM. Inauguró un comedor popular en puerto cabello. Se repartieron latas de leche a la población y por si fuera poco inauguró la actual cede del Instituto Nacional de Nutrición, todo esto bajo su dirección. Entre sus cursos dictados, brillantes ponencias, su consulta y su preocupación por una población infantil más saludable pasaron los días de profesional joven y dinámico, tal y como la prensa de entonces lo reseñaba. Destacado deportista, perteneció al Club de los Criollos de Softball y el Béisbol era una de sus pasiones. Un fino guitarrista y la mejor voz de la familia. Grato conversador, hijo devoto y luego esposo y padre de una bella familia. Su esposa Elsa, y sus tres Hijos, Marinelsa, Luis Ernesto y Luis Fernando, son reflejo de valiosos valores familiares, recuerdos inolvidables y canciones de serenata.
Hace 21 años, el primero de Junio de 1985, se enfrentó al reto más difícil de su vida: un accidente de tránsito que casi le quita la vida. Veintiún (21) años de silencio, con inmensurables pruebas de Fe, esperanza y amor de su Esposa, hijos, padres, hermanos y amigos. Toda la familia, en especial su padre Don Luis Núñez Pérez, estaban convencidos de la presencia de Dios en medio de la angustia y la desolación que un evento como ese genera. La ciencia, su Fe y su fortaleza lograron dar ejemplo de vida a todos aquellos que le conocieron. Concluido un juego de softball, con un grupo de médicos en Valencia, se dirige a Bejuma donde residían sus padres. En el trayecto un camión cargado de frutas e imprudencia se fue de frente al vehiculo que conducía, generando un accidente múltiple que casi le cuesta la vida. Segundos después del accidente pasaba un colega (el Dr. José María Arcay) quien se acerca a prestar los primeros auxilios, reconociendo el reloj pulsera del doctor Núñez; minutos más tarde pasaba una ambulancia con una mujer embarazada en trabajo de parto. El Dr. Arcay se atraviesa en la vía con su cuerpo como única barrera, ante la velocidad de la unidad, forzándolos a frenar y detenerse. Al doctor Núñez lo trasladan en la ambulancia mientras que su amigo se llevaba a la mujer parturienta en su propia camioneta. Todos en la familia piensan que la salvación de su vida y recuperación de la misma, se debe fundamentalmente a la presencia de Dios y la ciencia, combinación que a veces la medicina moderna es escéptica para aceptar. Una vez ingresado en el Hospital Central de Valencia le dieron las medidas básicas de sostén de la vida y lo condujeron a una clínica privada de la ciudad, donde permaneció 6 días en terapia intensiva, casi sin ninguna esperanza médica, esperando un desenlace fatal, en vista del estado de gravedad que presentaba. El destino, tal vez escrito, activó mecanismos misteriosos que le dieron la oportunidad, de nuevo, de vivir: en esos días en la clínica ingresó una señora, también profesional de la medicina, con un problema cerebral grave después de dar a luz. Su esposo solicita a Caracas los servicios de un destacado Neuro-Cirujano, el cual se trasladó a valencia de inmediato. Este destacado especialista resultó ser el Dr. Rafael Lara García. El padre del doctor Núñez lo abordó y le manifestó la gravedad de su hijo, pidiéndole lo viera e indicara el real estado de su salud. Era sumamente grave, requería urgente de una intervención quirúrgica en valencia o Caracas. De inmediato y, gracias a las gestiones realizadas por Alejandro Gómez Paz, lo trasladaron urgente en una aero-ambulancia al Centro Médico de Caracas llegando en estado de coma, obligando a los galenos pasarlo al quirófano para ser operado de inmediato por el Dr. Lara García, drenando un higroma sub-dural importante, responsable de las secuelas que luego viviría. Al terminar la primera intervención el Dr. Lara García manifiesta a la familia que el estado era sumamente grave y que no garantizaba su vida. A los 8 días le practicaron una segunda intervención quirúrgica para remover un coágulo sanguíneo cerebral, con una permanencia de 40 días en terapia intensiva en estado de coma. Luego fue trasladado a una habitación durante 15 días y es allí donde se produjo el último diagnóstico de 9 eminentes médicos de la época, quienes basados en sus conocimientos científicos y la experiencia de su profesión del momento, opinaron que estaría cuadripléjico durante toda la vida. Hoy podríamos afirmar que el poder de Dios y una inquebrantable Fe familiar probaron lo contrario, no cumpliéndose lo correctamente diagnosticado. El Dr. Nuñez fue trasladado a Valencia y luego de tres meses en estado de coma abrió sus ojos, iniciándose así una recuperación casi total. Fueron años de fisioterapia donde le tocó aprender de nuevo a gatear para lograr pararse y comenzar a dar sus primeros pasos. El caney de la casa de su padre y su propia casa se convirtieron en centros de rehabilitación con la instalación de barras, paralelas y sistemas de fisioterapia rudimentarios para el trabajo diario que le tocó afrontar. El dolor, la desesperación, las complicaciones médicas eran parte de la vida diaria. El Dr. Carlos Rosales y Felipe Lozano lo acompañaban en su proceso junto a la Dra. Margarita Arce, todos visitándole con la frecuencia que solo los buenos amigos podían ejercer. El camino también estuvo lleno de satisfacciones y celebraciones familiares con la recuperación de cada área sensorial y motora, al punto de poder disfrutar de nuevo de un buen juego de dominó, sonrisas y el compartir con su familia. No recuperó el habla pero más allá de la palabra recuperó la vida, el amor de los suyos y el respeto de un gremio que nunca lo olvidó, aunque a veces no lo recordaran. Fueron años de intensa lucha, con grandes pruebas de Fe, con la presencia de Dios sin discusión alguna. Su inquebrantable mujer, esposa y amiga fiel lo acompañó hasta el final con todo el amor posible que un ser humano pueda ofrecer, derrotando todo tipo de obstáculos, y así pasaron los años hasta un 10 de Enero donde Dios le dijo que era tiempo de descansar y lo llamó para seguir su lucha desde el cielo.

Aprovecho esta oportunidad para agradecer infinitamente al médico que junto a Dios nos acompañó durante estos años de lucha, me refiero al Dr. CARLOS ROSALES, mostrando siempre su humildad e incondicionalidad, sin esperar nada a cambio. Gracias doctor y que Dios lo bendiga. A la Familia Nuñez Perelli, quienes estuvieron siempre a su lado esperando el milagro, aunque hoy sabemos que el milagro fue él. Fue nuestro maestro y entre sus enseñanzas de humildad y resignación decidió cambiar, en sus muros de silencio, su hermosa voz por una dulce y eterna sonrisa. A sus grandes hermanos y amigos, doctores Luis Rincón, Fernando García, León Sánchez (Gallín), Roberto Guinand, Jesús Amaya, todos colegas, amigos, hombres de Fe y compañeros de serenata. A todos ustedes: Gracias. A un mes de tu partida, tu espíritu y valores creados en familia están latentes, con toda la fortaleza y el amor que sembraste en tu entorno. Le damos gracias a Dios por haber permitido que vinieras a este mundo a darnos lecciones de vida que nunca se borrarán de nuestra mente y jamás dejarán de latir en nuestros corazones. Dr. Nuñez, esposo, papá, tío, hijo, hermano, cuñado, amigo, médico, director, cantante, guitarrista, deportista, gendarme caballero del ejemplo de la Fe: me despido con una frase que practicaba tu padre, Luis Núñez Pérez (Q.E.P.D), nuestro papapa, al Nazareno con Humildad: “Señor, que siempre nos das más de lo que merecemos y deseamos, no olvidaré aquel instante en que sentí tu presencia y tu protección para atender y aliviar mi dolor, Gracias Señor”. Te recordaremos con inmensa alegría, y ejemplo de Vida. “Gracias por lo que me prestaste y luego me quitaste”.

Se despiden,
Tu Hijo, Luís Ernesto Núñez Perelli,
tu sobrino, Juan Carlos Branger Núñez.

Ahora, yo te digo...

Es imposible que te veas al espejo y no tengas al menos un pensamiento dedicado a juzgarte, a criticarte.....o tu mente se dedica a pensar en una amistad perdida, un “¿que sería si dijera…?”, o, ¿qué sería si hiciera...? Al menos 500 veces pensamos en personas que ya no están o aquellas que no volverán, eso es varias veces al día y por lo mínimo, dedicamos cientos de pensamientos a personas que están a nuestro lado, cerca o son parte del presente, pero no se lo decimos..... Creemos que somos honestos en nuestro pensar pero la verdad se esconde tras las apariencias y son ellas las que nos enseñan la verdad....¿Incoherente verdad? ¿Sabías que el solo hecho de pensar el resultado de cuánto es dos por dos, se nos arruga el corazón y nos estresa? Pues imagina cómo sería pensar a diario y contar cuántas cosas no dije, o dejamos de decir o hacer. Lo que somos lo somos porque no queremos serlo y cuando somos nos encontramos en el cielo. No puede haber mañana sin un presente pasado y no puede haber un ahora sin un buen riesgo tomado. No podemos alcanzar nuestros sueños sin atrevernos a arriesgarlo todo y la vida no está hecha de casualidades sino de decisiones y necesidades. No podemos vivir sin las máscaras que nos ponemos para no mostrar nuestro ser verdadero, porque si así fuera, pensaríamos que estamos en el paraíso. Por naturaleza el ser humano no puede creer que la vida pueda ser hermosa y por esto la hacemos difícil y complicada y es que las complicaciones son la sal de la vida......¿Otra incoherencia? Resulta que las máscaras nos permiten conocernos sin tanto trauma y descubrir juntos el placer de un viaje donde me dejo conocer y te dejas conocer, pero no puedo mostrarte toda mi alma porque entonces no habría más que decir o hacer......Si fuéramos transparentes el sol nos atravesaría. Recordemos lo que Gullevic dijo una vez: "Hay que hacer con las cosas, lo que la luz hace con ellas". Estar sin estar, pensar sin pensar, vivir sin vivir y morir viviendo, son los ingredientes que a diario le ponemos a nuestra existencia humana y resulta que mientras más caos creamos, más orden se impondrá en un nuevo sistema. ¿Incoherente? Así es la existencia humana. Si puedes leer entre líneas, habrás entendido bien y más aún, habrás sentido lo que significa ser incoherente con cordura y con pasión.

Sexto año: Pensar en resumir los años...

Pensar en resumir los años
es casi creer que el sol se oculta de día
porque un segundo en la vida
es una historia perdida
en la memoria de aquellos
que viven sin revivirla.

Con el miedo en los ojos
caminando a través de pasillos inciertos
dimos nuestros primeros pasos hacia el futuro de Asclepio
sin saber que en unos años el mismo miedo a lo incierto
aparecería de nuevo justo antes de ser médicos.

Y recordamos...

Días de alegría al compartir con los míos
el cariño de una sonrisa de un paciente desconocido;
días tristes y lluviosos al compartir con la madre
la extinta luz de sus ojos, por un motivo perdido.

Aprendimos lo importante, la anatomía del cuerpo,
la histología del tiempo y los modales del viejo
y conocimos lo sano junto al sentir del enfermo
pero no fue suficiente la dedicación ni el tiempo
para saber de lo humano, del alma y los sentimientos.

Maestros muchos tuvimos, corazones de guerreros,
manos de hierro fundido en terciopelo de acero,
plumas de ángel caído con la razón en el cielo.

Algunos con suavidad en el toque
y otros u otras con firmeza en las pisadas, exigiendo lo justo
sin justicia ni duelo, sin preguntarte si eres
o fuiste cielo o terreno.

Creamos enredaderas y tejimos amistades
con columnas de verdades y canciones de mi tierra
aunque otras no tan certeras nos enseñaron la vereda
que nos lleva al destino de esta hermosa carrera.

En la puerta de salida vemos un mundo que hemos conocido
por libros llenos de temas y palabras de moralejas,
pero con tanta experiencia en los años recorridos
y aún nos tiemblan las piernas al no haber reconocido
que en unos meses seremos solos, con nuestro empuje
y nuestro empeño, con un ojo en el rezo y el otro sobre el enfermo.

Juro por Apolo Médico... comienza nuestro juramento
y sin temor y sin lamentos, sin premura ni complejos
de pronto tristeza sentimos al sabernos casi sueltos
finalizando un hermoso huerto, dejando atrás una época de risas y de inventos
con compañeros de guerra, de canciones y de cuentos.




Y pienso.....

Si bien no fui una estrella en este vasto firmamento
me basta ser un lucero ante este gran universo
y procurar brillar siempre con luz propia en mi sendero
procurándome una vida llena de sincero agradecimiento.

Si nuestras manos son humanas y hay nobleza en el alma,
si la mente se complace en saber y saber constante,
si en la mirada hay amor y comprensión en el rostro,
entonces seremos galenos a los que tildarán de buenos
pero si el espíritu se resiente y en la mente solo hay juicios
y no le buscamos calma y paz a un solo paciente,
a nuestra familia o a un amigo o creyente
entonces que Panaceia nos envíe la muerte
y nos mande al campo de los olvidos,
que Higieia nos entierre vivos en el jardín de los mendigos
y que la vida se cubra de una tristeza perenne
como la hierba del campo como la culpa del vivo.














Y de nuevo pienso...

Cierro mis ojos y me proyecto al futuro
y es que no me veo haciendo otra cosa
que no sea sembrando salud y frutos,
sonrisas llenas de vida y aceptación de la muerte misma,
como un proceso tan importante y natural
como el nacer, y de nuevo deseo ver
el color de toda una vida, mi vida, que es tan mía.

Solo le pido a Dios que nos dé la oportunidad
de probarnos a nosotros mismos como buenos samaritanos
y de antemano les digo que si volviera a nacer
escribiría de nuevo este poema también
porque sin prisa y tranquilo sin de nada arrepentirme
volvería a caminar por los pasillos inciertos,
por los caminos de aciertos, del ensayo y el error
y sin ningún temor repetiría la historia
de jurar en mi memoria lo que Hipócrates dejó.

Tan solo tengo un deseo
y hoy se lo ofrezco a Dios
y es vivir lo suficiente
para seguir sirviendo a mi gente,
desde el día mismo que sea
un galeno, médico o incluso residente.

El quinto ano, de medicina...

Casi Jefe de servicio
Así te sientes de seguro
Y al ver los beneficios
Del conocimiento puro
Vas tomando tus espuelas
Y les vas sacando brillo
Por no decir, es decir, filo.

El tiempo pasa y hasta se hace tu amigo,
La carrera, el desafío, no ve colores ni frío,
Competencia de labores, asesinatos de libros,
Misterios escondidos en los bolsillos perdidos,
Pero aun sigues con vida cantando tus estribillos.

Creando ciencia y pincel,
Siendo autor del que ya fue,
Con la paciencia enredada
Entre la bata y los pies.

Caminando apuradito
Sabiendo la programación
Igual te asusta aquel grito
De la dueña del salón:
Es que yo soy cartelera?
Tu mama o tu bastón?
A mi me estudian o mueran
Antes de entrar al festón!
Porque aquí goza el que sabe
Y el que no que sea un gozon!

Y van pasando los días,
Entre amargos despertares,
Con alegrías serenas
Del que nada lo sabe.
El vago, el rey, la cerebro
El que otra vez se durmió,
Mientras le llaman riendo:
Apúrate que empezó!

Poco a poco la brisa
De la de blanco te pasa
Por un lado con la aguja
Y por otro lado te asusta,
Pero si de maestros hablamos
Los hubo de todas formas,
De blanco, de azul, de colores,
llenos de confidencias
Derrumbando tu paciencia
pero en especial aquellos
que te entregaron la vida
en un gesto, una sonrisa,
sobre aquella vieja camilla.

Chamo no lo creo,
Ya casi terminamos,
Pues creerlo es poco
Con la piel lo saboreamos.
Siguiendo la jerarquía,
A veces nos la saltamos,
Pero muy poco olvidamos
Que los que hoy se formaron
Fueron siempre y serán
Como nosotros,
Simples seres humanos.

Otra fiesta, otro merengue,
Una salsa de alegría,
Con tomates de cariño
Y un aderezo de envidia,
Es la vida, es tu vida,
Ya casi casi terminas,
La carrera que sonaste
O que en el camino tomaste,
Aquella que muchos llaman
La mejor en este mundo,
Esa es la medicina,
Sentido humano profundo.

El cuarto: ¿de residentes o medicina?

Hola, dormiste? Yo? Que va!
El profesor dijo que nos va a descuartizar!
No importa, la historia la tengo lista
Y tu paciente? No se, le dieron de alta
Y yo ni me entere!

Conversas en los pasillos
Dolor en las grandes salas,
Alegrías en el grito
De una madre angustiada
Cuando en nuestros brazos
Sonamos recibir al neonato.

Pero que va, tan solo queda el silencio
Mientras te observan de lejos
Y te piden anestesia
Sin contaminar la mesa!

Otro DIA de clases, en aquel auditorio,
Profesores que sin clase te convierten
En mortuorio, y con gritos desabridos,
Mientras tiemblan tus esquinas,
Te dicen con gran sonrisa
Que eres bestia apocalíptica!
No se te ocurra pensar
En responderles de vuelta
Porque te sacan el arma
Y agujerean tus creencias!
Y ya llega la tarde,
Con tu paciente conversas
Para que al día siguiente
El medico no te ofenda
Por no saber lo que tiene
Esta carrera indefensa.

Me dijo que no se nada,
A mí que me preocupara,
Pero al final de las cuentas,
La nota ya esta pasada.
Sin muchas preocupaciones
Ya el camino se hace corto
Y en pensamiento tú alma
Ya siente que lo eres todo.

No hay vuelta atrás
En este espacio del camino,
Los amigos te acompañan
Aunque no crean en destinos
Y verles bien a los ojos
Te reconfortan los ánimos
Al saber que en ellos reflejas
El juramento hipocrático.

Entre sonrisas y ojeras,
Salimos de aquella preguntadera,
A celebrar todos vamos
Sin importarte la raza,
Aunque a veces te quedes
Con sensaciones amargas,
El terminar otro ano
Te devuelve toda la calma.

Tercer año de medicina.

Entre pasillos me encuentro
con un largo traje puesto,
igual que mis compañeros,
blanco amarillo cual hueso.

Caminamos lentamente
a través de un túnel de viento
a favor del contenido
buscando detener el tiempo.

A momentos se oscurece
y a tropezones seguimos,
una mano que te ayuda
y otra que te da frío.


De pronto se ilumina
aquel triste camino
y seguimos con alegría
a nuestro propio destino;
es lo que cada quien busca
sin importar ser tú amigo.

Los guías en nuestro viaje
los hay de todos colores,
hay quienes te alientan la vida
y quien te deja sinsabores.
Es una gamma surtida,
¿elegir puedo? ¡Prohibido!,
ellos eligen tu vida
y la vuelven estribillo.
Podrás cantar, bailar o llorar,
pues no les importa otra cosa
que no sea que tú seas
la perfección bondadosa.
Si tienes vida o castigo
no es eso lo que han visto,
es el aquí y el ahora
lo que decide si existo,
aún y cuando les escuches hablar
de cuan humano serás
cuando te toque tratar
a otros seres por demás.

Lo más hermoso de todo
es el final del camino
justo donde comienza
lo que será tu destino.

Si has logrado cruzar
esos pasillos eternos
entonces puedes jurar
que has sido un médico pleno.

Trajes blancos, no disfraces,
son lo que llevas hoy puesto
cual pradera con sus flores,
cual pájaros en su cedro.

Cuida bien tu imagen toda,
es el reflejo que cuenta,
pues si llegaste a la toga,
la cosa no fue tan lenta.

De pronto nos damos cuenta
que estamos casi completos
al final de aquel comienzo,
con más amor a lo nuestro
y respeto por lo ajeno.

Logramos hoy la mitad
lo que falta será el éxito
y si aún te queda alguna amistad
está resuelto este cuento.

No vale la humanidad
ni la humildad con que actúes
sino le impregnas de amor
y mejores actitudes.
Saber no es todo en la vida,
querer la vida sabiendo,
es vivir sin espacio y tiempo,
así que entrégate en cuerpo y almaa aquél que llaman enfermo.

Segundo trauma, digo año... de medicina.

Segundo trauma, digo, año.

Con mérito así llegó
Un año lleno de temor,
Los filtros, profesores perversos,
aquellos que te carcomen
y se quedan con tus huesos.

El tiempo despiadado
Se iba sin ser notado,
Como si escondiera el secreto
Del disfrute no encontrado.

Tal vez me equivoque!
Más de uno de nosotros pensó,
Pero sin saber el por que..
En la carrera, en desafíos, prosiguió.

Desayunabas la biología
Con pensamientos en micro
Mientras la química te partía
El bio del alma sin sabiduría.

De pronto los ejercicios
De la gran fisiología,
Con tus manos preguntabas
Mientras la mente corría.

Axial se fueron las lunas
Con sonrisas escondidas
Y los amigos más viejos
Eran ya melancolía.

Mirada tras mirada
Encontrabas verdades
Entre amigos y guerreros,
Entre montanas y mares.

Que fastidio! Y sigue la teoría,
Lo que queremos es clínica,
Enfermo y doctor bien juntos
Aunque al escuchar
No entenderías
Lo que significa aliviar
La carne ya fría.

Que puedo decirte ahora,
Que puedo decir después,
Un pedacito de toga
Logramos teniendo Fe!

Nuestro Primer Año de Medicina

¿Dónde estoy?
¿qué estructura me abriga en este nuevo comienzo?
¿y mis amigos, los viejos amigos?
¿dónde voy, Dios qué he hecho?

Sí! Estoy en medicina y lo haré tan bien.
Ja! Y es que el mejor de todos seré!
Bueno, tal vez solo quiero ser feliz
Y es que haré cualquier cosa por encontrar lo que perdí.

Después de la confusión
Ubico el norte mejor.
El cafetín donde comer
La gran variedad de un pequeño chef.
Ja! ¿Variedad? Bueno, al menos disfrutamos
Entre silencio y bullicio
Viendo al nuevo de reojo
Sintiéndonos también lejos.

Y vino la clase de anatomía
Y el olor que aquel cadáver expelía
Me revolvió el pensamiento
Y me dejó sin aliento
Al ver como el antiguo escalpelo
Cortaba carne y comía lento
Mientras un agujero
Se horadaba en el cerebro.



Seguimos con otra clase
Con un buen recibimiento
Un grito lleno de estruendo
Que recordaríamos en el tiempo:
¡Ustedes le valen a la universidad
once millones!
Once millones de lágrimas, de sonrisas, de
Peleas pero también de conocimientos.

Y así pasó lento el tiempo
Al mismo tiempo que crecíamos
Entre la plaza y las clases
Que nos dictaban los viejos,
Entre lecturas serenas
Y obligaciones certeras:
Investiguen viejos, investiguen!

Casi ya finaliza un primer año contentos
Conociendo a los que serán
Amigos, colegas o destiempo.
Y la historia continúa
Sin jamás olvidar
El miedo que sentíamos
Cuando a histología debías pasar
Para un examen de esos
El que llaman oral.

Seguiremos el camino
Nos veremos sí tal vez nos veremos
Pero será la decisión del destinoLa que nos dirá si lucharemos, sí lucharemos!

Mi Hermosa Venezuela (1993)

¿Cómo te sientes Juan?
Me preguntó el corazón
Cuando salí de aquel inmenso avión.
¿Qué te parece Juan?
Me preguntó el alma
Cuando sentí aquella inmensa calma.

Montañas llenas de cielo,
Cielo lleno de almas,
Calor que desde hace tiempo
Ya no calentaba palmas.

A través del horizonte vi una cinta dorada
Que arropaba a la sabana
Y la sabana la amaba;
Y me bañé con tu rocío
Y me empapé con tu brisa
Que calmaba al mismo tiempo
La incoherente prisa
Que llevaba a caballo
Por llegar a mi destino,
El cual, no tiene principio
Y el final no se distingue.

Y muriéndome por el vicio
De amarte con desespero,
Casi casi que te olvido
Y si te olvido yo, me muero;
Y por amarte como te amo
He venido a visitarte
Y me llevé la sorpresa
De encontrarme a una princesa
Con falda de oro pulido
Y cabellos largos de seda,
Llena de riquezas propias
Con cara de mujer guerrera.

¡Tantos años invertidos
en hacerte bella, hermosa!
¡Cuántos años he perdido
mientras crecen tus bellas rosas!
Camino ancho y oscuro
Que brilla con su luz propia,
Cuando te hacen cariño,
Cuando te haces gloriosa.

Y pasarán los velos del tiempo,
Controlados por la luna
La cual derrama un sentimiento
De copas, de amor y vientos;
En donde un sueño se siembra
Y crece con desenfreno,
Sueño hecho realidad
A través de folklore y cuentos.

Anoche me habló la luna
Y no le entendí palabra,
Por derramar una a una
Lágrimas de perla blanca.

Hoy de nuevo me recibiste
Con una hermosa sonrisa,
Pero con mirada triste me dijiste,
Gritándome con mucha prisa:
-¡Sálvame de este veneno!,
¡Arráncame el cáncer entero!,
Que me arranca poco a poco el alma
Y el querer de un hombre sincero –
- ¡báñame en agua de rosas!,
¡cuídame la piel quemada!,
que tengo sed de justicia
y hambre de amor y caña.
Necesidad de tormentas
Que me llenen de energía,
La energía que hoy irradian
Los que viven y aman la vida.-

Y te encontré bella hermosa,
Y te adoré de nuevo,
De nuevo te escribo prosas,
Prosas que leyó el muerto.






Y te encontré adorable
Bajo la luz de la luna
Y al ver tus lazos de oro
Me dije: - ¡como tú, ninguna!
Y pasarán los años
Y el tiempo se irá volando,
A través de la distancia
Mi alma te va llorando;
Y nos veremos de nuevo
Y te seguiré amando,
Y te sentaré a mi mesa
Y me seguirás contando.

Todo lo bueno y lo malo
Será solo poesía
Y poesías te escribo
para honrar tu presencia,
presencia que describe tu vida
en relación a la mía y es que,
siempre te llevaré en mi alma
¡mi Venezuela querida!

¿Juan cómo te sientes?
Me preguntó de nuevo,
-Listo para marcharme
Y vivir el día siguiente-.
¿Juan qué te parece?
Me preguntó tu alma,
Y respondí con risa y pena,
Corazón lleno de calma:
- más que un granito de arena,
más que la sombra de palmas,
me llevo el bello retrato
de ¡mi hermosa Venezuela!

A tí, mi futuro ángel... (A mi hijo/hija)

Aún no me conoces
Y quisiera conocerte
Pero sé que en su momento
Podrás aparecerte
Para decirme con cantos,
Con gritos y con hastío
Que tu amor es mi morada
Y tu mirada mi abrigo.

Déjame soñarte mientras la beso a ella,
Dedicarte una canción de madrugada
Mientras mi piel se deleita con la sinfonía de mi amada,
Y tu silueta escondida se dibuja aquí en mi almohada.

Quiero verte ser feliz
Y esconderte entre mis brazos,
Ser tu viga y tu ternura
Tú el amor en mi regazo
Y ella eterna, bella y suave
Tu refugio y tu milagro.

Pienso en ti sin conocerte
Y me siento alegre y contento,
Por saberte ángel incierto
Futuro de mis mañanas,
Dolor de tus madrugadas
Cuando tu ausencia retumba
Entre mis horas de insomnio
Y la humedad de su almohada.

Sé que así como llegarás
En un instante te me irás,
Pero aún y así quiero decirte
Antes de que llegues al presente
y a nuestro amor le sumes
un sin fin de atardeceres,
que ese instante en tu presencia,
en un abrazo, una mirada,
en sus besos y rezadas,
entre risas y lloradas,
con tu vida y mis palabras, que
serás la razón del universo
de nuestro amor y existencia,
porque al momento que nos reconozcas
seré tu protector, tu templo
y ella tu amor y tu ejemplo.

Aún no nos conoces,
ni conocemos de ti,
pero te aseguro que daremos del todo
solo por hacerte feliz.
Su amor es mi sentido
Y conocerás su fuerza
Cuando te sostenga en brazos
Y te acobije su manto.

De mí no sé que decirte,
Solo espero responderte
Lo fuerte que a mí me haces
Lo noble, humilde y lo padre.

Hijo mío, hija mía,
Te espero con calma tierna
Mientras beso y amo a tu madre,Mi mujer, mi verdad, mi tierra.

Beso playero (1993)

Allí tendida ante el sol,
Sin pudor ni rencores,
Te observo y miro completa
¡Y es que me entran los calores!
De palma de playa oculta,
De arenas de sol candente,
Verte me hierve la sangre
Y un beso busco silente.
De coco, de sal o agua,
Playero de corazón,
Es el beso que se atreve
A no darlo y con razón.
No quiero contarte más
De lo que ya te he contado
En plena piscina clara
Un beso playero he dado,
Claro que sucedió,
Mientras dormía profundo
Y tomabas tú, las fotos
De un recuerdo moribundo.

Anatomía de un Beso (1995)

Escondido en un rincón
Sin saber donde quedaba
Me acerqué para estudiarte
Y ver de cerca tu cara.

No podía comprender
Como tanta belleza junta
Se esconde entre tu sonrisa
Y tus manos de mujer adulta.

Recordé la anatomía
De los libros de la escuela,
Te busqué en analogía
tus cabellos y tus piernas.

Abrí el libro y me distraje
Estudié con gran detalle,
La disección que se le hace
A unos labios de estrella,
Y sin decir que era ella
Te miré sin que supieras
Y leí cada surco, cada espacio, cada huella
De tus labios, tus sonrisas
Tu boca y tu melodía.

Me fui haciendo un experto
Y concebí entender lo cierto,
Con un beso bastaría
El estudio de tu cuerpo,
Pero no pude acercarme
Más allá de tus mejillas
Porque sé que al besarte
Por siempre te haría mía.

Entonces me conformé
Con lo aprendido temprano,
Un músculo, un orbitario,
El color rosa en tus labios,
Comisuras y mucosas,
Saliva que trago amarga,
Al no poder acercarme
A tu risa suave y clara
De mujer sensual, divina,
Diva, viva, muerta y alta,
Ejemplo de una belleza
Que no se lee en los atlas.

Una noche de verano
Soñé contigo y tus labios;
Lentamente me acercaba
A tus oídos callados
Para besarlos muy lentos
Y recorrer lo impensado,
Y desear ser la brisa
De tus labios sonrosados,
Y me paseé por tu cara
Con mis labios muy callado,
Y te besé con un beso
De corazón enredado
De fuego y llama candente
Donde no existe la sombra,
Donde me pierdo en la gente
Mientras te beso a deshoras,
Y de pronto sin saber
Me encuentro contigo a solas
Acariciando tus pies,
Tus sentidos sin sus hojas
Escritas con letra incierta
Mientras tu mente interroga.

Que placer es estudiar
y conocer dicha hermosura,
contemplarte de nuevo
Y perderme en tu cordura,
Para mantenerme en un sueño
Que tal vez suene a locura,
Sin olvidar que estoy preso
En una barraca oscura.

Mantén tu sonrisa siempre
Para que otros la estudien,
Y si un día a mi me sientes
Cerca de tus comisuras,
Es porque en tus sueños existo
Para robarme tus besos,
Sin que te des cuenta princesa
Qué es lo que más deseo.

Recuento de Celebración (18/12/2001, Graduación de Médico)

Crear memoria en el tiempo me lleva a tener acceso
a momentos tan hermosos tan grandes y tan pequeños.

Crecía tal cual como un cedro sembrado de amor y rosas
sin saber que en este día a ustedes les regalaría prosas.

Sin saber como sería comenzó lento el colegio
entre risas, amigos y familia, se fueron creando conceptos.

Firmeza ante la tempestad eso me lo dio mi abuelo.
Humildad ante lo grande regalado por mi padre.
Arte, amor y consuelo heredado de mamá,
verdad y cariño cierto donado por la mayor,
mi hermana, amiga y seño, de sus ojos: resplandor.

De mi abuela lo mejor, fue el silencio con amor
que me dejó como herencia la hermosa complacencia
de la familia que tengo hoy.

De mis tíos la alegría, el cantar y el vacilar,
de mis padrinos el creer que la vida es merecida
y el éxito también.
De mis primos la esperanza de una Venezuela mejor,
el compartir de añoranzas, tiempos que Bejuma nos dejó.
Las locuras y los cuentos, los disfraces y el cantar
regalados sólo por ellos y por ellos mi bailar.

Mis amigos, mis amigas, Maestros de toda mi vida,
aquellos que desde pequeños llorábamos en el colegio
Esperando la salida. Aquellos que hoy compartieron alegrías,
sueños, vivencias y tremendas experiencias.
Los que hoy con orgullo llamo en alto “mis colegas”.

De mi novia la armonía, la paz y la calma plena,
en un mundo tan agitado logré mucho yo por ella.

A mis maestros de profesión, los que dieron el corazón
por formarme plenamente, de la fibra hasta la mente
les doy gracias justo hoy que he logrado con orgullo
cumplir con este título que hoy hago todo suyos!

Sigo recorriendo el tiempo y los recuerdos vuelan por mi vida,
como guardianes de un futuro que hoy entrego en alma viva
a mi Dios, mis ángeles, los guardianes del tiempo
por creer en este siervo, justo humilde servidor.


Logré llegar al comienzo, el final no se distingue,
pero les aseguro que con verdadero acierto
logré una meta, un sueño y en ningún momento
por más oscuro que fuera, sentí soledad alguna
ni repudio ni quimera, porque el llegar a encontrarme
de frente con tan grandioso destino no lo hice solamente
por estudio y sacrificio; Caminar por los caminos
del ensayo y el error fue parte de un proceso
Que Dios me lo permitió.

Y hoy con el pecho grande, lleno, lleno de emoción,
les digo Gracias a todos porque sólo no llegó
a mis manos temblorosas un martes de celebración
el título tan preciado de médico o mejor dicho...
Doctor!

Crear, sentir, creer. (A la amistad, 1993)

Crear al sol en un mañana de invierno
mientras las nubes juegan con tus cabellos,
crear una sonrisa en el rostro de un ángel
seria mas fácil si el viento te esculpiera
en una obra de arte, una pieza maestra.

Sentir que en la distancia
el tiempo vuela con un mensaje de cariño,
con alas de libertad, con sonrisas de un niño,
sentir que de vuelta una caricia retorna
a través de líneas perdidas
en un espacio infinito,
es creer en el pensamiento perdido
de un alma oculta
en las sombras del Nilo.

Al descubrir la esencia
de un espíritu escondido,
al presenciar el despliegue
de un pincel inspirado
en la belleza olvidada
de una mañana tranquila,
descubro la importancia
de enviar los mensajes
en botellas de vino
hacia el mar o hacia un río,
para que el viento navegue
a través del sentido
del aprecio constante
que tengo por tu cariño.

Crear una mañana en un lienzo del alma
con colores rojizos y pieles tersas y blancas,
es crear un paisaje con incontable energía
llena de fuerza, voluntad y de vida.

Creer en el nacimiento de un ser al que llamamos amigo
es ver el milagro de la eternidad, colgando de un hilo
y decirle a nuestro corazón mientras la mente celebra,
gracias por la verdad, tu sonrisa y tu presencia!

In my dreams (1998)

To think of you
makes my heart sing
a song with no words
but others than the silence
of the deaf,
the ill of a lost soul
when the love is all gone.

A story told by my shadow
about ghosts from the past
vanish beyond your smile
when I recall your laugh.

I hope my dream becomes
more real that it is,
to see you near by,
to hold you until the end
of a day full of sorrow,
dust and flesh.

It might sound crazy
maybe isn't me,
but to tell you all this
relaxes me and give me a lot of peace.

I'm going to sleep now
to look for you in my dreams,
i hope I’ll see you soon my love
to tell you all my things
and talk like friends forever
and kiss you and feel your lips
and then without a warning
suddenly become awake
and feel that this is it!

Mi tren. (1995)

Cuando entras en un sueño
no tienes suficiente tiempo
de abrazarlo a tu cuerpo
y darte cuenta que fue
humo, ilusión y no ves
que es un deseo de adentro,
fue solo un sueño pequeño.

Cuando despiertas del sueño
deseas recordarlo tanto
que solo recuerdas fragmentos
y eso solo por un momento.

Cuando miras a la luna llena
te embarga un extraño sentimiento
de tristeza y melancolías,
de romance, de amor, de vida.

Cuando pasa el tren que querías
y piensas para subirte en el
pierdes la oportunidad de tu vida
y no sabes si volverá otra vez.

Cuando sientas al viento en tu cara
y desees volar con el,
cierra los ojos y salta,
así alcanzarás al tren.

Qué puedo decirte ahora?
qué puedo sentir después?
estoy montado en el tren
y no pienso bajarme de el.

Sencillamente me provocó (A mi novia, 1997)

En un día como cualquier otro, con la particularidad de ser especial para mi familia, me provocó escribirte unas líneas, una simple poesía. Eres un ser especial, de esos que son difíciles de encontrar, como las estrellas fugaces que te impresionan a su paso, duran poco pero el recuerdo queda para toda una vida. Así has llegado a mí, con la diferencia de que logré tomarte en mis manos y me lancé a volar contigo refugiado en la estela de cariño y amor que tu me das.
Como el cielo y el mar así se confunden nuestras almas, nuestras ganas de amar. Aunque el día esté gris y la lluvia golpeé con fuerza nuestro amor y no nos deje ver mientras recorremos el camino juntos, aunque el viento fuerte nos obligue a asegurarnos a algún árbol para no dejarnos llevar, aunque la noche sea oscura y el sonido del silencio me provoque miedo, siempre estará mi amor presente como una linterna para alumbrar el camino, como un árbol para asegurarte a la tierra, como una canción para que no te sientas sola. Sé que a veces la vida nos pone a prueba en nuestras más grandes debilidades para reforzarlas con amor y apoyo mutuo, sé que hay momentos en que sueno incomprensible y la sensibilidad se me pierde entre el torrente de la rabia que recorre mis arterias y al tiempo que mi razón se nubla y mi hipocampo se anula, justo antes de una amigdalitis me recuerdo de mi amor por ti y del tuyo por mí, justo antes de ahorcarme en el silencio de mi ira mi alma, mi espíritu se quejan con canciones de amor y me recuerdan que yo soy tu y no puedo hacerte daño.
Quiero dedicar mi canto, mi poesía, mi amor y mi vida solamente para ti, que te sientas dormida en los brazos del amor y despiertes contenta en el regazo de la vida, que el sol te ilumine cada día la sonrisa y tu mirada se fije en mi mirada perdida. Quiero ser la savia que sube por los florales de tu jardín sombrío y alegrarlos en un grito de juego amarillo. Quiero refrescar tu sed de amor con el rocío de mis besos y devolverte la vida después de morir juntos en el umbral del desespero y sentir de nuevo que hasta los cuerpos estorban mientras te fundes en mi alma y yo en tus besos.
Si supieras lo que yo te quiero, lo que yo te amo, lo que yo por ti desespero cuando no te veo, cuando no te llamo, cuando no me besas, cuando no me hablas con palabras dulces de amor.
Que puedo decirte amor mío que mis manos no te hayan dicho, que mis besos no te hayan confesado, sencillamente que TE AMO y en un te amo te regalo mi vida, mi destino, mi mundo, mis ansias de servicio. Simplemente me provocó escribirte y recordarte que mi vida te pertenece, mi dueña y señora, mi amor y redentora. Por siempre, más allá del más allá....

Mi niña (A mi hermana, 1994)

Siempre me lo has pedido
pero que difícil ha sido
escribirte una poesía o unas líneas que sean mías,
porque lo que expresan tus ojos
no es fácil de traducir,
trataré en este poema,
de pensar un poco en ti.
Juventud llena de luz, de sueños y esperanzas,
vida llena de amor, de dolor y de alabanzas.
Naturaleza que expresa tu llegada al campo,
sol que te sonríe, luna que traga el llanto.
Si el invierno te es frío, no esperes hasta el verano,
para volar a la luna, para entonarle su canto.
Niña de ojos claros, mujer llena de sentimientos,
córtale al árbol las espinas,
siémbrale al lado golondrinas
y después que vuelvas de tu viaje,
después que vuelvas de tu viaje,
después que escribas en las noches
recuerda el sonido del carruaje,
sonríele al bebé del coche.
Siempre me lo pediste
y aquí está solo el primero
porque para escribirte poesías
ni todo el tiempo, ni el mundo entero.

Tonto. (1994)

Viento, lluvia, lágrimas, lamentos
que acompañan mis días de fábulas y cuentos,
no solamente lloro o me entristezco
también río y me siento fresco
fresco como la noche, obviando cada reproche
que el cielo me hace con relámpagos y truenos
siguiendo solo un sentimiento
de poderes mágicos e incalculables;
confusiones y vacíos
cuando al abrir los ojos me fijo
que no estás al lado mío.
Ilusiones que me llenan y
al mismo tiempo me dejan,
alegrías fugaces que me sacan
de la realidad certera
que de nuevo me recuerda
tu cuerpo en ausencia.
Viento que te lleva un te quiero
lluvia que te arropa el alma
lágrimas que interrumpen el sueño
lamentos que se vuelven pequeños
al recordar que aquí crezco
y en mi corazón te llevo
diciéndome a mi mismo: “tonto”,
juntos estarán de nuevo!
recuerda que este amor es eterno.

Por siempre te amo y así te quiero. (A mi nené, 2001)

Cuando veo tus ojos y se iluminan conmigo
al sentir tus caricias que me dicen que estoy vivo
por estar a mi lado aún con castigo
siento que te amo, que te admiro, que quiero estar solo contigo.

En cada ocaso al esconderse el sol
en cada paso que seguro doy
y aún en aquellos en que la duda llama a mi puerta
te pienso y siento tu amor y siento que alegre me aceptas.

En cada sonrisa que ilumina mi sendero
en cada beso en el que siento que me muero
por cada palabra tuya de aliento
por todo eso te amo y al mismo tiempo te quiero.

Por estar en los momentos oscuros
y soportar mi desvariar incierto
mis tonterías y desaciertos
por soportar tanto viento
por eso te amo y así te quiero.

En cada plato de brisa y bahía
en cada canto en el que eres mía
por cada vez que me perdonaste
por eso te amo y así te quiero.

Por tus palabras de aliento y calma
en cada abrazo que entregas el alma
por ser mí amiga, mi mitad y complemento
por eso te amo y así te quiero.

Y es que así te quiero y así te extraño
en cada segundo que solo te canto
por acudir a mi llanto en las noches de invierno
por decirme te amo con tanto sentimiento
por eso te amo y así te pienso.

Por aceptarme con todo hasta lo descompuesto
por repararme con tu risa y con tu aliento
en cada mañana de sol ardiente
en cada noche que estés silente
en cada rosa de primavera y en cada árbol, el que tu quieras
en ellos te amo y así te quiero.

Amada Madre (1997)

Cada día que pasa tengo la oportunidad de darme cuenta de lo mucho que tengo que agradecerle a Dios y al cielo por tenerte.
Siento que cada día descubrimos en nosotros a un amigo, alguien especial y lo compartimos.
Eres y siempre serás mi mamá y más allá de eso, mi amiga.
Te amo por como eres y eres un ser único y especial.
Perdóname por los resentimientos que pueda causar en ti, aún estoy creciendo y busco ser mejor Ser humano cada día.
Te perdono y me perdono por no ser la mamá que yo quería que fueras, eso me enseñó a aceptar y a amar sin juzgar.
Te libero y me libero de todas las situaciones, pasadas, presentes y futuras, que me llevaron a olvidar mi individualidad, eso me enseñó que puedo caminar en el sendero de la productividad.
Gracias por enseñarme todo lo que sé y lo que no sabes, eso me ha hecho sensible, tierno, artista, capaz y seguro de mí mismo.
Gracias por ser como eres, eso me ha enseñado a ser como soy.
Gracias por permitirme crecer e ir más allá de ti, dándome el orgullo de ser tu hijo.
Que Dios y los ángeles te bendigan hoy y siempre y te deseo que encuentres y ejecutes el propósito de tu vida, al final será lo único que te dará la paz.
Te amo y te admiro, gracias por ser mi mamá!
Siempre estaré contigo, más allá del más allá.

Tu hijo.

Así te amo, así te quiero. (A mi madre, 1996).

Así como se posa el sol en el ocaso
así como de rosa pinta al horizonte
así como es de grande el mar eterno
así te amo, así te quiero.

Al igual que el cielo enardecido
al igual que la noche callada
admira la inmensidad de ellos
porque así te amo, así te quiero.

Por cada noche de arrullo eterno
por cada juego de amor sereno
por cada beso de ojitos tiernos
por eso te amo y así te quiero.

En cada canto de sueño invierno
en cada plato de cariño cierto
en cada día y en cada cambio
en ellos te amo y así te quiero.

Y así te admiro y así me esmero
para darte madre mía el cielo y sus luceros
porque así te amo y así te quiero.

Cuando pienso. (A mi madre, 1995).

Cuando se abre una rosa
y exploras su simpleza
damos gracias a Dios
por tan sencilla belleza.

Cuando de pronto amanece
y el sol nos pega en la cara
agradecemos al cielo
por darnos otra mañana.

Cuando sentimos amor
y nos sentimos vivir
inmensamente agradecemos
que aún podamos sentir.

Cuando miramos la noche
y sentimos su brisa
olvidamos los reproches
y buscamos las caricias.

Cuando sembramos rocío
y alimentamos al cuerpo
recogeremos con brío
espigas de amores y cuentos.

Cuando huelo tu perfume
y me acurruco a tu lado
me siento niño de nuevo
y como siempre, amado.

Cuando de hombre te busco
para pedirte un consejo
como sabia me respondes
y me haces ver en mi espejo.

Cuando te oigo cantar
y acariciar la guitarra
el orgullo me recorre
y un nudo adentro se amarra.

Cuando pienso en celebrarte
pienso en ti todos los días
porque el Día de las Madres
será mientras tenga yo vida!

En la búsqueda...

Quise escribir, de forma breve, sobre la importancia de resolver nuestros asuntos del pasado. Existen miles de personas, millones me atrevería a decir, que viven su vida de manera automática, haciendo lo que se suponen que deberian hacer, pero haciendo, de forma inconsciente, una gran esfuerzo por mantener ocultos, congelados o enterrados los asuntos del pasado que hayan provocado dolor. Toda esa energía psíquica utilizada para mantener nuestros asuntos del pasado a raya es lo que hace que seamos muchas veces indecisos, que nos deprimamos sin saber por qué o simplemente que llevemos una vida abrumadora llena de actividades, trabajo o personas (parejas) conflictivas, sintiendo al mismo tiempo que no estamos "completos" o "llenos" del todo. Siempre andamos en la búsqueda de la felicidad, de la pareja ideal o del trabajo perfecto. El ser humano siempre anda en una búsqueda incesante y continua de "algo". Ese "algo", por lo general, se encuentra en el pasado, es un asunto pendiente no resuelto o varios asuntos, que no nos permiten avanzar y darnos cuenta que todo lo que buscamos afuera, realmente lo llevamos por dentro. Este es un corto artículo que quiero entregar como introducción a una serie de temas que nos llevarán a explorar nuestras vidas desde los ángulos más intocables, pasando por los sótanos más oscuros de nuestra mente hasta llegar a la razón del por qué vivimos, buscando sobrevivir a nuestra propia existencia.

¡El que está en Venta soy yo!

Por lo general cuando hablamos de ventas el proceso que proyectamos en nuestra mente es muy técnico y lleno de conceptos teóricos que encontramos en los libros. Cuando se habla de vender, cada vez más se habla de conexión humana, de contacto real con los clientes y no solo el simple hecho de la venta o servicio prestados. Actualmente podemos encontrar muchos libros sobre PNL en las ventas, sobre cómo tener clientes para toda la vida e incluso podemos adquirir libros o audio libros sobre la importancia de la comunicación con nuestro cliente. Ahora bien, el proceso de las ventas siempre ha tenido un común denominador: al ser humano. Aún y cuando hoy día las ventas se realicen por internet sin ninguna intermediación de una persona, el proceso siempre estará dado entre humanos. Sabemos que las computadoras cada vez más toman terreno en el arte de vender masivamente. Ejemplos como E-bay o mercadolibre.com son claras experiencias de la expansión del concepto de venta, sin embargo, no olvidemos que todos estos portales han sido diseñados, son supervisados y monitoreados por humanos.
Hoy por hoy la venta no está basada en ofrecer un producto o servicio, la venta es un proceso de conexión emocional entre una necesidad y quien puede suplir lo necesario para saciar dicha necesidad. Es una experiencia entre un asesor de venta y un cliente o beneficiario. Al vender, no solos ofrecemos un producto o servicio, estamos ofreciendo todo lo que somos, todo en lo que creemos y todo lo que podemos ser. Me explicaré mejor. Cuando quieres enamorar a una chica o chico, ¿qué haces?, te vistes con tu estilo más de moda o de la mejor manera, te preparas con un buen baño y destilas un excelente perfume por doquier. Es decir, te vendes como la mejor persona, ¿para qué? Para que se enamoren de ti. Si vas a una entrevista de trabajo, no te llevas tus jeans más usados ni el pelo sin peinar. Al contrario, vas con tu mejor ropa, has preparado la entrevista en tu mente y estás listo o lista para dar tu mejor impresión. ¡Tú mejor impresión! Por lo tanto, te estás vendiendo a ti mismo o a ti misma. Todos somos vendedores. Camilo Cruz muy bien lo dice cuando se presenta en público para hablar de ventas. Si delante de un grupo preguntáramos: ¿quiénes son vendedores? Y sólo aquellos que trabajan en las ventas levantaran la mano, nos daríamos cuenta de que mucha gente aún no está consciente de que todo el tiempo venden. Las 24 horas estamos vendiendo, ofreciendo nuestra mejor cara o disposición, cuando queremos obtener buenos resultados, ya sea con una pareja o en el trabajo o con la familia. Debemos entender que todos estamos vendiéndonos cuando se trata de obtener algo de los demás: una sonrisa, un buen trato o simplemente un beso. ¿Lo ves? ¿Ves cómo el proceso de la venta es netamente humano y emocional? Vender es un acto natural y el producto o servicio ya no es lo importante aunque define el marco del éxito. Ahora bien. Si vender es cosa de humanos, ¿cuál es la característica común que conecta a los humanos? Podríamos decir muchas cosas acá pero la más común y humana de las características que nos definen como especie superior son las emociones y la capacidad que tenemos para controlarlas a través del pensamiento.
Los seres humanos manejamos cinco emociones básicas: el amor, la alegría, la tristeza, la rabia y el miedo. Claro que existen otras que derivan de mezclas y teorías, pero para este particular nos quedaremos con estas cinco. Estas emociones no son ni negativas ni positivas, solo son emociones. Se convierten an una cosa o la otra al momento de ser expresadas. El componente más importante de las emociones es la expresión emocional y a través de esa expresión es que hacemos contacto los los demás seres humanos. Por lo tanto, si las emociones son el puente de conexión con otros seres como nosotros, entonces son éstas las herramientas más importantes a manejar cuando vamos al proceso de la venta. Toda la publicidad y mercadeo, de algunos años para acá, se ha enfocado en lo humano, en mover emociones que se viven a diario en la experiencia humana. La inteligencia emocional no es más que una herramienta en el mundo actual para muchos campos. Nosotros no usaremos a la inteligencia emocional como herramienta, sino será a través de la inteligencia emocional que viviremos nuestras experiencias de venta, de lo contrario podría caer en una actuación fría, preparada y actoral que en nada conviene al construir credibilidad en los clientes. El proceso debe ser natural, real y congruente con nosotros y nuestro estilo de vida. No debes dejar de ser quien eres para lograr ser exitoso o exitosa en la vida. Al vender, todo nuestro ser se involucra, al punto que la medicina moderna ha descubierto que los primeros en la lista de posibilidades de contraer cáncer por exposición continua al estrés, son los vendedores. Luego le siguen los educadores, los médicos y todos aquellos que atienden público en su trabajo. Al menos no te sientas solo o sola en la posibilidad de enfermar por vender. Pero, ¿por qué se da esto? Porque el nivel de ansiedad que genera el no vender, no hacer los números que te tocan o simplemente sentir que fracasas y no lograr cubrir tus propias deudas por una mala “racha” en las ventas, es lo que conlleva a enfermar, pero te cuento un secreto: esto le pasaría a cualquiera que viva la vida bajo constante estrés (en especial si su actitud es derrotista y amargada). Como médico conductista he podido observar en mi corta carrera cómo el ser humano produce de 10 pensamientos, 9 negativos y sólo 1 positivo. Este último, claro está, es saboteado por lo demás cuando aparece. Nuestra visión del mundo está contaminada por todo aquello que no tenemos o no logramos o no hicimos. Los “no” en nuestra vida son tan comunes como la hierba y parecieran difíciles de arrancar de nuestra mente. Pero no es tan complicado. Una actitud positiva no depende de cuántos pensamientos podamos tener propositivos en nuestra cabeza. Una actitud positiva depende de que tengamos fiel creencia de que nuestra vida puede ser mejor. Es una decisión que se debe asumir, la decisión de ser feliz. Cuando eres feliz, tienes control emocional y sabes que vales mucho (tienes autoestima) entonces puedes salir a la calle a vender lo que quieras, y si crees en lo que vendes, entonces el cuento ya está resuelto. Tu actitud contagiosa se conectará con tus clientes, ellos te verán a ti y no a tu producto o servicio, y querrán siempre volver a negociar contigo porque les aportas una experiencia positiva en sus vidas. Los clientes querrán tenerte cerca simplemente porque “eres” la persona que les puede alegrar el día y al hacer esa conexión humana real, les puedes ofrecer el mundo y estoy seguro que te lo comprarán, tal vez a crédito, pero lo harán. Hoy día no se trata del producto o servicio que ofrezcas, se trata de una actitud, una forma de vida, de estar, de sentir y sin sonar extraño, una forma de ofrecerte como un enlace a experiencias positivas. No estoy hablando de la profesión más antigua del mundo, estoy hablando de ya no vendes algo: ¡el que está en venta eres tú! No porque tus valores morales tengan precio, no porque “te ofrezcas” para algún servicio dudoso, sino porque al momento en que saludas a tu cliente, con tu felicidad, tu actitud positiva ante la vida y tu control emocional ligada a una sólida autoestima, en ese justo momento al entrar a una oficina o recibir a un cliente, allí te estás vendiendo, es en ese momento en que estás cerrando la venta y tu cliente aún no lo sabe. La primera impresión siempre será la que cuenta y será el momento donde sabes, muy dentro de ti, que eres tú el producto más importante en la venta, eres tú el vehículo a través del cual puede complacer las necesidades del cliente y satisfacerlo al otorgarle una experiencia de excelencia, respeto y conexión humana. El control emocional es altamente importante para mantener los límites de las relaciones en las fronteras adecuadas y el factor que marca la diferencia siempre será el nivel ético con el que te relaciones. Como podrás leer, en este corto resumen, te ofrecido un secreto que tal vez ya conocías o estás descubriendo. Ese secreto es la trascendencia que tiene tu actitud, tu autoestima y tus emociones en el proceso de la venta. Eres tú la persona más exitosa en su profesión, solo que aún tal vez, no lo sabes. Una forma de descubrirlo es comenzar a aplicar una regla que ofrece el Dr. Dyer en uno de sus últimos libros que dice así: “trátate a ti mismo (a) como si ya fueras lo que quieres llegar a ser”. Comienza hoy a pensar, actuar y sentirte como alguien exitoso (a). Date la oportunidad de vivir la experiencia de ser feliz con el simple hecho de decidirlo. Es una actitud mental. Si lo logras, verás cómo tus ventas mejorarán de forma importante. Claro que el conocimiento técnico, la formación académica, la experiencia y las herramientas adecuadas te ayudarán a ser un profesional o una profesional de alta factura, pero serán las emociones y tu actitud ante la vida lo que sellará el resultado final. Recuerda que es a través de ti que el cliente vive la experiencia gratificante de lograr satisfacer sus necesidades. Tú eres el elemento más importante en la venta, simplemente porque el que está en venta eres tú.
Cuando me presento en público me preparo con antelación. Reviso mi conferencia, la actualizo si existiera nueva información y realizo ejercicios vocales para perfeccionar mi oratoria. A parte de todo esto elijo mi mejor traje, de acuerdo al auditorio, cuido mi apariencia, me siento feliz al poder hablarles a otras personas y mi energía se eleva a un nivel motivador que me empuja a ser mejor cada vez más. No solo estoy vendiendo información útil para la vida cuando doy conferencias o grabo algún nuevo audio libro, también sé que estoy vendiendo una actitud de vida y aunque no cuesta dinero comprarla, tal vez su precio no es fácil de pagar. Se debe tener una actitud abierta, receptiva y ganas de crecer para aceptar lo que ofrezco al hablar. Lo mismo pasa cuando paso mi consulta y ofrezco herramientas para que la gente se sienta mejor en referencia de sí mismos y se responsabilicen por su propia vida. A fin de cuentas, lo que hago al hablar es venderme y es lo que quiero que hagas cuando vendas. Tu oratoria es vital para lograr la experiencia comunicacional que necesitas para cerrar tus ventas. Sólo te puedo decir, basado en mi experiencia que, lo único que pienso antes de salir al escenario, que me apoya a ubicar la actitud correcta y me recuerda que me he preparado para un solo propósito como lo es “servir a los demás”, es: ¡El que está en venta soy yo!

¡MADRES MALAS!

Nadie, que haya vivido su infancia en nuestro País, podrá negar que hubo una época de nuestra vida en la que nuestras madres eran malas con nosotros. Aprendimos de igual manera a amarlas. Negar el amor hacia nuestra madre es imposible, hasta aprendimos a leer mientras nos convencíamos del amor que teníamos que tener hacia ellas. ¿Recuerdan el libro “Coquito”? En la letra “M”, las frases rezaban de la siguiente manera: “Mi mamá me ama, mi mamá me mima”. Faltó añadir: “Aunque mi mamá sea mala y me embrome la vida”. Que cruel sonó. Pero ciertamente y gracias a esa etapa de madres malas, hoy por hoy somos gente, personas, seres humanos con valores, ética y límites que nos dan la oportunidad de integrarnos a una sociedad pujante, dinámica y altamente exigente. Sé que algunos seres humanos no corren con la dicha de haber tenido mamá, sin embargo, estoy seguro, siempre hubo alguien que cumpliera el rol materno, aunque no fuera de la forma que hubieran querido. Tenías que leer hasta acá para comprender el término “madres malas”. ¿Pero qué niño no percibió a su madre como mala, malvada o fastidiosa cuando se trataba de educarnos? Cuando nos negaban todo cuanto queríamos, cuando nos pedían entrar a casa a comer, lavarnos antes las manos, o nos mandaban a arreglar nuestro cuarto y nos exigían apagar la tele y las luces porque era hora de dormir, aunque no hubiere sueño... Durante una importante etapa de nuestra vida, nuestras madres se dieron a la dura tarea de tragarse el llanto al vernos sufrir ante un regaño, al mandarnos a bañar, cepillar nuestros dientes o comernos toda la comida. Ellas se dedicaron al trabajo más difícil del mundo: darnos las herramientas para ser seres útiles a la sociedad y a nosotros mismos. Nuestras madres conquistaron su lugar en el mundo como herederas del planeta, porque les correspondió la labor más importante de la evolución humana, como lo es protegernos, cuidarnos, educarnos y luego, dejarnos ir.
Es posible que no hayas tenido una madre contigo, como ya lo comenté, o tal vez estuvo contigo una mujer que no nació para ser mamá; ya sea porque la vida la trató muy mal y no aprendió a desarrollar sus capacidades maternas, tal vez porque “esa” mamá no fue la madre que querías que fuera, pero muy probablemente una parte de ti se amargó al dedicarse a quejarse toda la vida de no haber tenido una madre cariñosa y protectora. Hoy te digo: busca a tu alrededor en tus recuerdos, en tu momento actual, busca a esas mujeres que hicieron de mamá en tu vida. Una hermana mayor, una tía, la abuela, una vecina o una madrastra, madre sustituta o complementaria. Allí encontrarás a la mujer que dedicó una parte de su vida a educarte, a acompañarte, a estar allí cuando enfermabas y es posible que, al enfocarte en todas las madres que tuviste, la amargura de no tener a la biológica mejore, porque ser madre no es parir a un hijo, llevarlo 9 meses en el vientre y luego separase de su hijo al momento de cortar el cordón umbilical. Ser madre es quedarse, acompañar, asumir el compromiso de la vida, del crecer, y entender que la maternidad no es más que un milagro que sucede a diario. Ese ser superior, cualquiera sea la forma en que lo concibas, llamado Dios para los católicos, ese ser especial confía en la humanidad al seguir enviando seres al planeta, al mantener vivo el milagro de ser mamá. ¿Por qué no confiar nosotros en nosotros mismos y en los demás? ¡Si Dios lo ha hecho siempre! Allí se encuentra el significado más importante del milagro de la vida: el ser madre, el dar vida y luego, en un acto valiente y desinteresado, de profundo amor y renuncia, luego, después de cuidar, de estar, de proteger, educar, regañar y ser durante un tiempo una madre mala, después de todo eso, la madre deja ir a su hijo o hija, mientras los mantiene cerca, muy cerca, en el lugar más seguro del mundo de donde jamás saldrán, su corazón. A todas las madres del mundo: ¡gracias por ser malas madres, gracias por darnos la oportunidad de existir! A tí mi mami amada, mi mami amiga, mi mami artista, mi mami piscis. A tí te envío mis eternas bendiciones. Que Dios las bendiga a todas, hoy y siempre.