Hace mucho mucho tiempo, en el año 2040, cuando los elefantes revoloteaban de flor en flor y las mariposas con sus largas trompas... Estaba yo sentado en una piedra de madera, leyendo un periódico sin letras a la luz de una vela apagada.... Cuando de pronto me salió un muerto vivo! Cabezón sin cabeza! Quise huir pero salí corriendo, me caí sentado y me rompí la naríz... Llegué a mi cuarto prestado y me acosté en mi cama y pum! me caí de la ventana! Entonces amaneció aún de noche y decidí quedarme escondido… Salí a la calle y me caí en 20 huecos en una avenida recién reparada, volví a tropezar por primera vez con un cráter que tenía trancado el fluido tráfico de la ciudad pueblerina... Escuché en las noticias una guerra sin tanques, un muerto vivo y una nueva religión sin sacrificio.... Llegué a un banco sin dinero que no me atendió atendiéndome y me molesté sin expresarlo... riendo con chistes malos.... Volvía a mi casa prestada y un chico sin educación me pidió bien hablado que le diera la cartera... le di el reloj sin dinero y me robó en un segundo la seguridad de toda la vida entera, quiso huir pero salió corriendo y yo tranquilo temblaba de miedo... entré a mi cuarto de mi esposa y le pregunté ¿dónde vivo, que sé dónde estoy? y me respondió sin sentido muy claramente diciendo: “en Venezuela mi amor de otra, en Venezuela!” y entendí, más confundido que nunca, que vivía muriendo en un País sin lógica ni razón, pero con la razón de estar en el País del absurdo!
