En esta oportunidad quiero hablarte de las falsas creencias. Son creencias muy arraigadas en nuestro cerebro, por las cuales actuamos y sentimos. Son parte de nuestro Paradigma Personal, ese marco referencial de creencias en el que vivimos y nos relacionamos con nosotros mismos y el mundo exterior. Las falsas creencias son pensamientos o conceptos aprendidos en algún momento de nuestra vida para ajustarnos al medio externo y sobrevivir. Las creencias, en especial cuando son negativas, deben ser actualizadas para poder fluir de una manera más sana en la vida y disminuir las fuentes de conflicto existencial. Las falsas creencias existen para ser reforzadas en sí mismas, de esa manera persisten en nuestro sistema y se profundizan cada vez más, tanto que se convierten en pensamientos automáticos traducidos a emociones y mostrados en conductas. Por ejemplo, si UD. es mujer, probablemente ha escuchado decir que no debe hacer una torta (pie, ponque, tarta) si aún tiene la menstruación (período, regla), ya que no logrará que levante o se esponje. Ahora, yo le pregunto, ¿qué tiene que ver el honor con su aparato reproductor? Absolutamente NADA! Pero si esa es una creencia arraigada en UD., entonces, de manera inconsciente, en el proceso psicomotor de mezclar y hacer la torta, algo hará para que no levante y así reforzar la creencia, probablemente comentándole a su mamá, hermana o amiga: "¿viste?, no levanta!". Ahora bien, creencias como esta existen muchas. Relacionadas con el trabajo, el sexo, la pareja, el amor, la familia, la vida en general. Hay personas que creen que a este mundo se viene a sufrir, por lo tanto, necesitan sufrir y hacen cosas para sufrir porque es así que aprendieron a vivir. Las creencias las aprendimos en casa, con nuestros padres, abuelos, tíos, hermanos, maestros o al ver o experimentar viviencias de personas cercanas. Si su padre le vendió la idea de que los hombres pujan pero no lloran, entonces esa creencia actuará en UD. y de esta manera aprenderá a tragarse la tristeza y el dolor, probablemente provocándole una gastritis o un infarto. Pero esto es tema para otro artículo. Las falsas creencias deben ser actualizadas. No podemos seguir en la vida basando nuestras acciones en creencias antiguas o poco fiables. Si no las actualizamos hacen mucho daño. Imagine que su creencia (si UD. es hombre) es que todas las mujeres son unas cuaimas. Entonces UD. sin darse cuenta (porque la creencia opera en un nivel mental al cual no tenemos acceso consciente) se busca siempre una pareja cuaima o con una suegra cuaima, con una hermana cuaima o una jefa cuaima, simplemente para que cuando la relación termine, pueda reforzar su creencia pensando: "¿Ves? Todas las mujeres son unas cuaimas".
Es muy peligroso pasarnos la vida sobreviviendo a nuestras creencias. Nos toca actualizarlas. Haga una lista de sus creencias. Le daré una lista de aspectos de la vida para que pueda desarrollar sus conceptos, lo que cree, lo que aprendió que es cada cosa, y así descubrir qué creencias son positivas y podemos conservar y cuales son negativas o falsas y debemos actualizar. Describa lo que piense de:
- La Vida.
- El Amor.
- La Familia.
- El Matrimonio.
- La Pareja.
- Los conflictos o problemas.
- El Trabajo.
- El Dinero.
- Los estudios.
- La felicidad.
- El Éxito.
- El Sexo.
- La Muerte.
Estos son algunos conceptos que puede desarrollar, si se le ocurren otros mejor. El asunto es descubrir qué creencias le limitan la vida o generan angustia. Por ejemplo: Si UD. cree que no se puede pasar por debajo de una escalera porque trae mala suerte, piense de nuevo. ¿Tiene lógica? ¿Es UD. supersticioso (a)? Otro ejemplo puede ser creer que los padres son perfectos y no tienen derecho a equivocarse; tal vez UD. cree que para lograr encontrar el amor de su vida debe sufrir mucho y superar muchos obstáculos; es posible que la creencia de que el dinero es sucio sea la que le impida lograr mayor ganacias en su trabajo, ¿No dice UD. que anda limpio cuando no carga efectivo encima? ¿Entonces el dinero es sucio? ¡Cochino dinero! Pues no es cierto, el dinero no es malo, así como ser próspero, ser feliz o exitoso. El asunto es cómo asume dichos conceptos o creencia. A medida que se actualice se dará cuenta de lo flexible que puede ser con UD. mismo y los demás y así fluir de manera más sana por la vida, dejando de sobrevivir y empezando a vivir su vida a plenitud.
